La combinación de agricultura orgánica y biotecnología, nueva opción para conseguir alimentos resistentes
Agencia ID /DICYT En los últimos años los productos orgánicos han tenido auge en la población, ya sea por su forma y sabor o por su nulo contenido de sustancias sintéticas. En tanto, los alimentos modificados genéticamente no son aceptados, pues se cree que pueden causar daño a la salud.
Sin embargo, para el doctor Agustín López Munguía Canales la combinación de ambas estrategias podría representar una nueva opción de alimentos resistentes a plagas u hongos, mejor contenido nutrimental y al mismo tiempo libres de agroquímicos y pesticidas peligrosos para la salud.
El investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) propone aprovechar ambas estrategias agrícolas para la obtención de mejores productos.
“Se argumenta que la agricultura orgánica no utiliza agroquímicos, lo cual es una ventaja, pero por lo mismo son cultivos más susceptibles de ataques por insectos, hongos y maleza que pueden tener un riesgo para la producción y la salud de los consumidores, aunado a las pérdidas que las plagas ocasionan”, comentó López Munguía.
A través de la biotecnología es posible diseñar plantas resistentes a plagas específicas, plantas con un mejor perfil nutrimental, con resistencia a la sequía o incluso plantas que puedan contender con los incrementos de temperatura desencadenados por el cambio climático; hay ejemplos de todo esto en diversos países del mundo, y en particular un ejemplo exitoso en México son las siembras de algodón resistente al gusano rosado, que son plantas que han proliferado e introducido en la actividad agrícola.
A pesar de que la biotecnología ha traído beneficios para el sector agrícola e indirectamente para el consumidor, la población tiene una percepción sesgada con respecto a los transgénicos, ya que por lo general sólo se habla de riesgos y muy poco de los beneficios: hace falta un debate científico serio a fin de que la sociedad en general sea informada y pueda analizar sus ventajas y desventajas, expuso López - Munguía.
Mitos de los transgénicos
El universitario mencionó que muchas afirmaciones sobre organismos genéticamente modificados son falsas. Algunas de ellas son que éstos tienen problemas de toxicidad o que están asociados a la pérdida de biodiversidad.
Asimismo, el planteamiento de que la biotecnología puede o pretende lograr la autosuficiencia alimentaria es absurdo, ya que se trata de un problema complejo, que rebasa con mucho a ésta y a cualquier tecnología, y debe atenderse desde distintas aristas.
El investigador sostiene que es importante avanzar en una dirección definida a partir de acuerdos entre los diferentes sectores de la sociedad, pues es urgente que se establezca una política integral para el campo que considere todas las opciones tecnológicas, y en cuya definición participen todos los sectores de la sociedad, promoviendo la creación de empresas nacionales.
Es el caso de Brasil por ejemplo, donde fue superada una postura inicial de rechazo y ahora se cuenta con una empresa nacional del ramo (Embrapa), y en condiciones similares están Cuba y China, lo que demuestra que los organismos genéticamente modificados (OGMs) no necesariamente están asociados con multinacionales.
Si la tecnología fuera empleada razonable y razonadamente, México podría utilizarla para dar respuesta a necesidades específicas que surjan de la problemática agrícola, y aprovechar la diversidad genética que nos caracteriza. Así lo plantea el documento “Por un uso responsable de los OGMs” elaborado por el Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias.