Salud España , Valladolid, Martes, 08 de noviembre de 2005 a las 15:38

La Consejería de Agricultura pone en marcha un plan de detección precoz de la gripe aviar en 423 explotaciones de riesgo

Hoy se ha presentado el plan coordinado de actuaciones en la región, que incluye una intensificación de medidas hasta finales de febrero de 2006

BGA/DICYT  La Consejería de Agricultura de la Junta ha presentado hoy el plan coordinado de actuaciones en Castilla y León para prevenir la aparición de la gripe aviar, que incluye un incremento en la toma de muestras de las 423 explotaciones consideradas de riesgo, bien por su situación geográfica o por su sistema productivo.

El plan está basado en que el virus de la gripe aviar aún no es una amenaza humana y únicamente lo es para las aves, por lo que se trata de tener el mayor control posible de ellas para evitar que pueda existir contagio e, incluso, que se puedan llegar a dar casos de muerte de aves por esta enfermedad.

Para explicar el plan estuvieron presentes el consejero del área, José Valín; el director general de Producción Agropecuaria, Baudilio Fernández; el científico Antonio Rodríguez Torre, director del Centro Nacional de la Gripe en Valladolid, y José Manuel Sánchez, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid.

En este sentido, Baudilio Fernández explicó que el mayor riesgo de entrada de virus que hay ahora mismo en la región viene dado por la llegada de aves silvestres migratorias, que tienen sus zonas habituales de paso en los humedales situados en Villafáfila (provincia de Zamora) y en La Nava-Boada (Palencia).

De esta forma, se ha establecido como explotaciones de riesgo, en las que se van a realizar un mayor número de análisis, aquellas que están situadas en zonas próximas a humedales, las de alta densidad ganadera y los sistemas de producción que emplean las explotaciones al aire libre. En total se han seleccionado 423 granjas que se encuentran en las provincias de Zamora, Palencia, Valladolid, Burgos, Segovia y Soria.

 

Identificación

Otras medidas que está previsto adoptar son el conocimiento e identificación de las aves migratorias de mayor riesgo, que son las anátidas como patos, gansos, garcetas y cucharas; así como también las limícolas, que son las grullas y garzas. Otras aves como la paloma, según explicó el catedrático de Sanidad Animal, pueden contagiar el virus, pero no padecerlo, algo que ocurre con algunas otras especies también.

El objetivo de la puesta en marcha de este plan es conseguir detectar cuanto antes si se llega a producir una mortandad anormal de animales, así como también realizar un rastreo de muestras mucho mayor que el que se viene realizando. Para ello, ya se ha dotado a los servicios de sanidad encargados de ello del material necesario que incluye, entre otras cosas equipos de protección individual, mochilas desinfectantes y tests rápidos de detección del antígeno H5, característico de la gripe aviar. 

Políticos y expertos insistieron en que el escenario actual es de alerta, pero no alarma, puesto que se trata de una enfermedad que se conoce desde el año 1997, pero para la que no se ha puesto remedio aún. El mal, además, solo afecta de momento a especies de aves, por lo que no es un peligro para la población humana, puesto que los casos de muertes acaecidos hasta ahora son puntuales y no hay evidencias de que el virus haya mutado para dar lugar a la pandemia entre humanos.

Este plan se mantendrá hasta finales de febrero de 2006, fecha en que terminan los flujos migratorios de aves por este año. No está previsto que se prolongue más tiempo, salvo que cambien los datos y se constate que sigue existiendo el peligro.