La cuarta edición del Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la USAL desarrolla 12 proyectos

JPA/DICYT Una docena de proyectos integran la cuarta edición del Programa de Prototipos Orientados al Mercado que organiza la Fundación General de la Universidad de Salamanca. El objetivo es que estudiantes de la institución académica desarrollen innovaciones tecnológicas de interés que puedan llegar a comercializarse gracias a esta iniciativa que se enmarca dentro del Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE), impulsado por la Junta de Castilla y León.

Esta mañana ha tenido lugar la firma del convenio por el cual los alumnos seleccionados recibirán una ayuda de 1.000 euros y la formación necesaria para sacar adelante sus ideas, que forman parte de sus proyectos fin de carrera o fin de grado, además de la orientación necesaria para poner en el mercado la idea o transformarla en una empresa. En esta ocasión, se han seleccionado 12 proyectos pero se presentaron casi el triple, según explicó Miguel Ángel Salinero, técnico de la Fundación General, en declaraciones recogidas por DiCYT.

La Facultad de Ciencias es la que tiene un mayor número de representantes en esta edición, con siete proyectos; seguida de la Facultad de Ciencias Químicas, con tres; mientras que los otros son pertenecen a la Escuela Politécnica de Zamora. El objetivo es que los trabajos de investigación que desarrollan profesores y alumnos “no se pierdan en un cajón”, comentó Salinero, sino que lleguen a materializarse en aplicaciones útiles, como ya ha pasado en anteriores ediciones.

De hecho, los prototipos de la Universidad de Salamanca que han salido adelante gracias a este programa se han plasmado en 14 registros de la propiedad intelectual, dos solicitudes de patentes y una empresa que está en fase de constitución y que próximamente se trasladará al previvero de empresas CIDE (Centro de Innovación y Dinamización Empresarial), que gestiona la propia Fundación General de la Universidad de Salamanca.

Este último caso, que salió adelante gracias a la convocatoria del curso pasado, es un sistema de guiado para móviles en interiores de edificios que se basa en la lectura de códigos QR y que permite al usuario visualizar por dónde tiene que ir gracias a un sistema de realidad aumentada. Gracias a esta iniciativa, el alumno Santiago González Izard ganó en 2012 el concurso Campus Emprende en su modalidad de Proyecto Empresarial. Por eso, los responsables de la Fundación General han animado a los 12 alumnos a presentarse a este concurso, que también forma parte del Proyecto T-CUE.

Lo que más se valora de estos proyectos es la innovación que representen y la posibilidad de explotación que tengan. Un prototipo puede ser una estructura física, pero también puede ser un desarrollo software o una solución web y, de hecho, en los años anteriores han predominado este tipo de desarrollos informáticos.

En la primera edición, dentro del curso 2009-2010, se llevó a cabo una primera experiencia piloto con cinco proyectos, que crecieron hasta los 15 el siguiente año. En su última edición, 12 fueron los proyectos seleccionados, al igual que en esta ocasión.

Iniciativas similares se desarrollan en todas las universidades públicas de Castilla y León y en alguna de las privadas, por ejemplo, en la Universidad Pontificia de Salamanca, que fue pionera en este tipo de iniciativas a través del Club Universitario de Innovación.