Ciencias Sociales Brasil , São Paulo, Miércoles, 03 de noviembre de 2010 a las 12:42

La Feria Empírika y el Bienestar cultural

Carlos Vogt, Secretario de Enseñanza Superior del Estado de São Paulo, y organizador de Empírika 2012 en Brasil

DICYT Las ferias, los museos y los premios, en fin, los eventos que promueven la motivación y movilización de la sociedad hacia el amor a la ciencia y al conocimiento, es decir, aquellos eventos que nos constituyen, no necesariamente como profesionales, sino como amantes de la ciencia, tienen como característica común la de ubicarse en el tercer y cuarto cuadrantes de la espiral de la cultura científica (Vogt, 2003); el de la enseñanza para la ciencia y el de la divulgación científica. Aunque, en realidad, dichos eventos se distribuyen por todos ellos, incluyendo, de ese modo, el primer y segundo cuadrantes; el de la producción y difusión de la ciencia y el de la enseñanza de la ciencia y formación de científicos.


Si es así, significa que tales eventos se ubican en la intersección, en el punto de encuentro central en el que se cruzan, en la figura, el eje horizontal del tiempo, y el eje vertical del espacio, sobre el cual gira y evoluciona la espiral de la cultura científica.


La Feria Empírika es una iniciativa de esta naturaleza. Trae consigo elementos que marcan todo el proceso de desarrollo de la cultura científica y apunta hacia la certeza de que, desde el punto de vista ético, el compromiso de la ciencia, de la tecnología y de la innovación no sólo se afirma con el bienestar de las poblaciones, sino también con su bienestar cultural, una especie de confort respecto a las relaciones entre la sociedad y las tecnociencias, implicando valores y actitudes, hábitos e informaciones, con el presupuesto de una participación activamente crítica de esta sociedad en el conjunto de estas relaciones.
 

El bienestar cultural es, de ese modo, un concepto y un estado de espíritu que se caracteriza por el confort crítico de la inquietud generada por las provocaciones sistemáticas del conocimiento.


Se podrían distinguir, así, dos formas de ignorancia que serían el resultado de dos maneras distintas de tratar y relacionarse con el conocimiento: la ignorancia cultural, que se opone al conocimiento, propiamente dicho, como una categoría intelectual, en el juego de oposiciones de conceptos que permiten su definición relativa y relacional; la ignorancia social, que se opone al conocimiento, en cuanto saber constituido, o sabiduría autorizada.


En este caso, ignorante es lo contrario de sabedor; en el otro, se opone a sabio como condición dialéctica de la afirmación de su conocimiento. Es decir, la ignorancia es un estado de carencia de conocimiento o un estado crítico de desconfianza hacia el conocimiento que se tiene o que se podría obtener, lo que nos permitiría, de forma paradójica, decir que el objetivo del conocimiento es poner al hombre en un estado de constante ignorancia cultural.


Eso sería equivalente a decir que el bienestar cultural es un estado paradójico de calidad de vida compuesto, a la vez, de conocimiento e ignorancia.


La Feria Empírika es un evento comprometido con el bienestar social y, de modo particular, con el bienestar cultural de la geografía física y humana diseñada por el espacio iberoamericano del conocimiento y tiene, como consecuencia de la cultura científica, un movimiento en espiral que comienza en Salamanca en el 2010, se dirige a Unicamp, en Campinas, Brasil, en el 2012, pasa por otros dos países de Latinoamérica en el 2014 y el 2016, regresando a España en el 2018, en las celebraciones del octavo centenario de la Universidad de Salamanca.