Alimentación España , Salamanca, Miércoles, 27 de septiembre de 2006 a las 18:45

La gestión inadecuada del riego en parques y jardines multiplica por cinco el consumo de agua

El técnico de la Comunidad de Madrid Luciano Labajos cierra el ciclo de conferencias 'El Agua que nos Une'

AVPR/DICYT La inadecuada gestión de los sistemas de riego en parques y jardines multiplica por cinco el consumo de agua en las ciudades españolas, pero también en los hogares. Un incremento que conlleva no sólo un coste económico, sino también medioambiental y que puede corregirse combinando las prácticas tradicionales con las nuevas tecnologías. Estas son las conclusiones con las que Luciano Labajos, técnico de Parques y Jardines de la Comunidad de Madrid, ha cerrado el ciclo de conferencias sobre usos y gestión del agua, que viene desarrollando en el Palacio de Congresos de Salamanca desde el pasado lunes día 25, bajo el título El Agua que nos Une

A la par que resulta decisiva la incorporación de tecnologías que garanticen el ahorro de agua, como los sistemas de goteo o los sensores de humedad, resulta vital realizar una buena planificación de los espacios verdes. "Desde los años 60 se ha generalizado la incorporación de praderas de césped en los jardines de las ciudades españolas, obviando los elevados requerimientos hídricos de estos espacios. Afortunadamente los técnicos municipales y los ciudadanos son cada vez más conscientes de los costes que se derivan de esta práctica y están apostando cada vez más por la reintroducción de especies autóctonas", ha explicado Labajos a DICYT.

Planificar adecuadamente un jardín requiere un estudio exhaustivo de las condiciones del suelo, el conocimiento del clima y la selección de las especies que mejor se adapten a las condiciones observadas, distribuyéndolas conforme a los requerimientos de luz y humedad de cada una de ellas. En este sentido los técnicos de Parques y Jardines de la Comunidad de Madrid apuestan en los últimos años por la técnicas asociadas a la xerojardinería, lo que se ha traducido en una recuperación de las composiciones propias de los jardines históricos, así como de las prácticas necesarias para su mantenimiento, mejoradas gracias a los medios técnicos.

Pero el ahorro de agua no es el único objetivo de la xerojardinería, en la que también se promueven las prácticas ecológicas limitando la utilización constante de productos fitosanitarios, el menor uso de maquinaria con gasto de combustible, el reciclaje, etc.