Ciencia España Salamanca, Salamanca, Miércoles, 16 de mayo de 2007 a las 16:31
CAMILO JOSÉ CELA CONDE, profesor de Antropología de la Universidad de las Islas Baleares

"La innovación y la cultura han eliminado la presión selectiva en el proceso evolutivo humano"

El antropólogo explica en Salamanca la vigencia de la teoría de la evolución de las especies por selección natural enunciada por Darwin

José Pichel Andrés/DICYT Camilo José Cela Conde, profesor de Antropología de la Universidad de las Islas Baleares, ha afirmado hoy en Salamanca que "el ser humano no ha dejado de evolucionar ni dejará de hacerlo nunca", en referencia a la teoría de la evolución de las especies por selección natural enunciada por Charles Darwin en el siglo XIX. En su opinión, "es imposible dejar de evolucionar, pero cada especie lo hará en función de su contenido genético y en función de las circunstancias ambientales".

 

En declaraciones a DICYT, este especialista ha añadido que el contenido genético de los seres humanos sigue siendo el mismo, "pero las condiciones ambientales cambian una barbaridad, es decir, nosotros evolucionamos mucho más para adaptarnos a un mundo en el que hay automóviles y en el que hay jungla urbana que para adaptarnos a distinguir las frutas maduras de las verdes en el bosque tropical". En ese sentido, "las circunstancias han cambiado, pero la evolución continúa, de eso no cabe la más mínima duda", ha puntualizado.

 

En cualquier caso, "el proceso es lentísimo, la evolución cultural es muy rápida, pero la física es lenta, aunque comprobable. Se puede establecer cómo es el cambio en la relación de los alelos (variantes de un gen) en una población fijándonos en el polimorfismo de un gen en particular. Y cambia por las presiones selectivas, que son muy fuertes, como lo fueron siempre, lo que pasa es que le damos soluciones culturales", declara. Es decir, "cuando yo no veo, me pongo gafas y no me elimina la selección natural. En la medida en la que ahora tenemos gafas, la presión selectiva es diferente, pero eso no quiere decir que no evolucionemos, sino que evolucionamos de otra manera", explica.

 

Los chimpancés mienten

 

Según Cela Conde, el ser humano ha sido un animal político "probablemente antes de ser homínido", ya que "los chimpancés también lo son y es probable que otros primates lo sean. Digo que son políticos, porque cuentan con el arma esencial de la política, que es la mentira, saben mentir y lo hacen muy bien, y mienten porque sus sociedades son suficientemente complejas como para que exista la necesidad de fingir, hacer ver que uno es diferente frente al conjunto en el que está integrado".

 

De acuerdo con el profesor, "en el último siglo y medio se ha desarrollado de manera muy compleja la teoría de la evolución por selección natural". De hecho, considera que hubo dos momentos cruciales, el enunciado de la evolución por selección natural por parte de Darwin y la síntesis neodarwinista, cuando se incorpora a esa idea una buena teoría de la herencia de Mendel, con la que no contó Darwin en origen. "A principios del siglo XX se va consiguiendo ese paradigma tan potente que es el neodarwinismo actual hasta que en el 1953 se descubren la estructura y funciones de los ácidos nucleicos", ha señalado.

 

Zonas del cerebro que activa la belleza

 

En la actualidad, Cela Conde se encuentra inmerso en una línea de investigación muy concreta. "Estamos localizando cuáles son las zonas cerebrales que se activan cuando uno percibe un elemento que le resulta bello, algo que tiene que ver con el hecho de que nuestro cerebro cambió en el proceso evolutivo, particularmente en dos zonas, el córtex prefrontal y el parietal, que son las que más nos interesa examinar", ha comentado. En su opinión, "la ciencia funciona de manera acumulativa, de tal manera que el punto al que me interesa llegar puede parecer poco ambicioso, pero es que partimos de pasos muy pequeños, uno después de otro, y a nosotros nos corresponde dar uno en particular", señala.


Lo que aún no se ha podido determinar son las razones de esos cambios en el cerebro en el proceso evolutivo. "Probablemente tuvieron que ver con algún cambio adaptativo y también con el hecho de que nuestros ancestros tuvieron que salir de África por un cambio de clima en busca de zonas más frías en Europa y Asia. Sin embargo, dar razones para esos cambios cerebrales es hoy por hoy hacer especulaciones", apunta. Al margen de este estudio concreto, las líneas de investigación en las que se centra Cela Conde se corresponden con la búsqueda de funciones cerebrales relacionadas con procesos cognitivos complejos y con la aplicación de conceptos de evolución en aspectos como la especie y el género, dos "líneas complementarias entre sí", según indica.

 

Próxima publicación

 

Camilo José Cela Conde ha estado esta mañana en Salamanca para participar en el seminario La idea que cambió el mundo: origen y evolución de las especies, organizado por el Instituto Universitario de Estudios de la Ciencia y la Tecnología (eCyt) de la Universidad de Salamanca. Es profesor de Antropología de la Universidad de las Islas Baleares y autor, con Francisco Ayala, de varias publicaciones sobre esta materia, Senderos de la evolución humana, La piedra que se volvió palabra y, próximamente, Human Evolution, que editará Oxford University Press para las universidades americanas en septiembre de 2007. En 1999 fue elegido fellow (cargo académico americano) por la American Association for the Advancement of Science, dentro de la división de Biología.

 

Atapuerca, clave en la Antropología española
En declaraciones a DICYT, el profesor Camilo José Cela Conde ha destacado la importancia de las investigaciones españolas en el ámbito de la Antropología, asegurando que tienen mucho en el contexto internacional, fundamentalmente, gracias al enclave burgalés de Atapuerca. "Supuso un cambio porque de pronto nos encontramos con uno de los yacimientos más importantes del mundo. En principio, esto no tiene por qué influir, pero en realidad sí que lo hace, en la medida en que se convierte en un foco de atracción muy importante para personas que son especialmente brillantes y quieren realizar sus tesis y trabajos allí. Es decir, la disponibilidad de buenos yacimientos es muy importante", ha comentado el antropólogo.