La introducción de tortugas de Florida pone en peligro a las dos especies de galápagos autóctonas de Castilla y León
JPA/DICYT El equipo de investigación del zoólogo de la Universidad de Salamanca Miguel Lizana Avia está sacando las primeras conclusiones de un proyecto científico financiado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que trata de determinar el estado de los galápagos autóctonos de la comunidad. Transcurridos los dos primeros años de muestreos, los investigadores están constatando que la presencia de las llamadas tortugas de Florida (Trachemys scripta elegans) es uno de los factores que amenaza la supervivencia de las dos especies que habitan la comunidad.
"El clima de esta región es duro y en principio manejábamos la teoría de que no se reproducían, de manera que su influencia no sería excesiva a pesar de las mascotas que se abandonan", explica a DICYT Lizana. "Sin embargo, parece que se están acostumbrando a nuestras condiciones climatológicas y se empiezan a observar ejemplares jóvenes, claro indicio de que se están reproduciendo", señala. El principal problema es que los ejemplares de la nueva especie "son más agresivos y más grandes que los autóctonos, de manera que los desplazan de sus zonas habituales", indica el científico.
En zonas cálidas
En Castilla y León hay dos especies autóctonas de galápagos o tortugas acuáticas, el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago común, también llamado leproso debido a su aspecto (Mauremys leprosa), ambos habituales también en otras zonas de la Península Ibérica. Se trata de animales que buscan zonas relativamente cálidas, así que es difícil localizarlos en zonas de mucha altitud e incluso es improbable en la Meseta, siendo más habitual su presencia en lugares con un microclima especial, como la zona de Arribes, en Zamora y Salamanca o al Sur de la Sierra de Gredos, en Ávila.
De hecho, el primer año de investigación se dedicó a las provincias de Zamora y Salamanca, mientras que en el segundo, los científicos han realizado muestreos en Ávila, Segovia y parte de Soria. Por delante quedan al menos otros dos años de muestreos, que se realizan mediante la colocación nasas o trampas en los ríos que sirven para capturar a los animales y así poder medirlos, pesarlos y realizar análisis de sangre. La información que existe acerca de los galápagos es aún muy escasa, pero la Unión Europea considera prioritaria la conservación de este animal.
En cualquier caso, los peligros que amenazan la supervivencia de los galápagos autóctonos no se reducen a la presencia de las tortugas de Florida, sino que sufren otros problemas habituales de animales en peligro, como la contaminación, las capturas ilegales o la destrucción de su hábitat natural por distintos motivos.