La Junta promover谩 la especializaci贸n tecnol贸gica y el trabajo en red en el periodo 2014-2020
CGP/DICYT El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha presentado hoy durante una jornada en Valladolid el III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León que se basará en la financiación, la internacionalización y la innovación como ejes para el periodo 2014-2020. En el apartado de la innovación, como ha señalado el presidente en declaraciones recogidas por DiCYT, se apostará “por la especialización innovadora y tecnológica que exige la Unión Europea y por el trabajo en red y la colaboración público-privada”.
En concreto, el nuevo Acuerdo Marco hará hincapié “en la mejora del entorno industrial, impulsando el sector energético con medidas que favorezcan la eficiencia y explorando nuevas fuentes de generación que permitan abaratar el coste energético, y por unos recursos humanos formados conforme a las necesidades de la empresa y adaptados a las exigencias del mercado”.
Asimismo, Herrera ha subrayado la necesidad de mejorar “el aprovechamiento de los recursos endógenos, agrarios, forestales y minerales” y en este sentido impulsar los factores de competitividad y la actividad económica en el medio rural a través de ADE Rural.
Para todo ello, la Junta prevé destinar este año 475 millones de euros, un 15 por ciento más que la dotación inicial del anterior acuerdo, mientras que en los próximos años la cuantía se designará en función de la disponibilidad presupuestaria. A juicio del jefe del Ejecutivo autonómico, la industria “debe ser el pilar sobre el que se asiente la recuperación económica”, ya que en las economías más avanzadas la industria es la encargada de “estabilizar el empleo, el crecimiento y la competitividad”.
Especialización inteligente
El III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León señala que la estrategia Europa 2020 fija como objetivo invertir el 3 por ciento del PIB en I+D y en particular incide en la inversión por parte del sector privado. En Castilla y León el gasto en I+D equivalió al 1´12 por ciento del PIB mientras que en el conjunto de España fue del 1’3 por ciento. En cuanto al origen de los fondos, la inversión del sector empresarial representó el 61’8 por ciento del total en 2012 frente al 53 por ciento de la media nacional.
Para poder adaptarse al nuevo escenario europeo, Castilla y León ha diseñado la Estrategia Regional para una Especialización Inteligente 2014-2020 (RIS3), una especialización inteligente que permitirá que el tejido productivo de la comunidad sea más competitivo y por tanto más resistente ante situaciones de crisis. El patrón de especialización inteligente debe partir de las áreas de actividad económica más relevantes en el tejido empresarial de la región. En concreto, se han identificado seis: automoción, componentes y bienes de equipo; agroalimentación; salud y calidad de vida, ligado a la biotecnología y al sector químico-farmacéutico; energía y medio ambiente; hábitat, y turismo, patrimonio y lengua castellana.
Estas áreas industriales, junto con las TIC, se deben consolidar como bloques sectoriales sobre los que impulsar políticas de crecimiento y competitividad. Estas seis actividades tienen como característica común el tener una mayor especialización en relación a la media nacional, una gran capacidad de competir en los mercados exteriores, una evolución temporal dinámica positiva o estable a pesar de la crisis, y un potencial de desarrollo basado en el saber hacer y las capacidades de la comunidad.
La política de innovación recoge como objetivos específicos contribuir a la consolidación del nuevo modelo productivo, incrementando el número de empresas innovadoras, la cultura de la innovación y el esfuerzo innovador empresarial; reforzar la formación en temas relacionados con la innovación en todos los niveles educativos y en todos los ámbitos del sistema de innovación regional; desarrollar acciones sistemáticas de posicionamiento y transferencia tecnológica en sectores estratégicos y emergentes; y consolidar e incrementar la participación y posicionamiento en programas e iniciativas europeas e internacionales en materia de I+D+i.