Salud España , Salamanca, Jueves, 18 de febrero de 2010 a las 16:07

"La leucemia mieloide crónica es el mejor ejemplo de que conocer los genes permite desarrollar fármacos"

El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca acoge la presentación de una terapia efectiva contra "el cáncer mejor conocido por su perfil genético"

JPA/DICYT Luis Felipe Casado Montero, científico del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, ha explicado hoy en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca una terapia dirigida contra la leucemia mieloide crónica, una de las patologías tumorales mejor conocidas desde el punto de vista genético, de manera que dicho conocimiento se está transformando en la posibilidad de desarrollar fármacos efectivos. 

 

En declaraciones a DiCYT, el experto ha asegurado que "la leucemia mieloide crónica es un tipo muy específico de leucemia y es, en la actualidad, el cáncer mejor conocido por su perfil genético". Además, "es el que presenta mejores tratamientos farmacológicos", afirma. Así, se han podido desarrollar terapias como la que ha presentado esta mañana, basada en inhibidores de unas enzimas conocidas como tirosincinasas, que tienen un papel fundamental en la aparición de esta enfermedad.


Según Luis Felipe Casado Montero, la investigación sobre leucemia mieloide crónica es "el principal ejemplo de cómo el conocimiento básico de la enfermedad, es decir, el conocimiento de los genes, ha permitido que se desarrollen fármacos que van dirigidos específicamente contra la alteración genética que hay en el cáncer", lo que se conoce como fármacos diana, puesto que van enfocados a actuar sobre una diana terapéutica, una molécula cuyas reacciones influyen decisivamente en el devenir de la enfermedad. En este caso, "su efectividad ha sido tan grande que fármacos que se consumen por vía oral sirven controlar el cáncer y permiten que el paciente viva mucho tiempo sin necesidad de terapias mucho más agresivas".

 

Las tirosincinasas ya se conocían, de hecho, fueron era las primeras dianas terapéuticas localizadas en esta enfermedad, pero ahora, "hemos desarrollado los fármacos inhibidores de tirosincinasas desde el punto de vista clínico contra esa diana y hemos sido capaces de aplicarlo a la clínica diaria, de manera que casi todos los pacientes que tienen leucemia mieloide crónica se tratan con estos fármacos, que son orales, se toman de forma ininterrumpida y permiten que la gran mayoría de ellos vivan mucho tiempo sin preocuparse del cáncer", explica el experto.

 

Se une así investigación básica y clínica "y su aplicación a la vida diaria", indica. "Es el ejemplo en el que deberíamos fijarnos para otras patologías de cáncer, puede que en otros casos no tengamos tanta suerte, pero en éste sí lo hemos tenido", señala Casado Montero.

 

Principalmente, dos razones explican los avances conseguidos en este tipo tan específico de cáncer hematológico. Por una parte, "es la primera enfermedad en la que se descubrió que el cáncer era una patología genética, con lo cual lleva muchos más años de investigación que otras", señala. En segundo lugar," porque esa alteración es repetitiva, siempre se produce la misma, y no ocurre lo mismo en otros tumores, donde las alteraciones genéticas son múltiples, muy complejas y difíciles de atacar".