Medio Ambiente Costa Rica , Costa Rica, Lunes, 06 de septiembre de 2021 a las 09:37

La mortalidad de un tipo de corales no est谩 relacionada con agentes infecciosos

Durante d茅cadas se ha investigado la disminuci贸n de los corales 'Gorgonia flabellum'

UNA/DICYT El aumento de la temperatura de los océanos y el cambio de sus características químicas consecuencia del impacto humano, son las mayores amenazas para los arrecifes de coral. Estos ecosistemas proveen alimento, protegen de tsunamis e inundaciones y generan ingresos para el turismo y la pesca y de ahí la importancia de su conservación.

 

Entre 1982 y 1983, se reportó en el Caribe de Costa Rica una alta mortalidad de las especies de corales suaves llamados abanicos de mar (Gorgonia flabellum), las causas no estuvieron muy claras, pero se sospechó de un agente infeccioso. Años más tarde, en otros países del Caribe, las poblaciones disminuyeron debido a un hongo (Aspergillus sydowii), muy común durante episodios de altas temperaturas marinas.

 

Entre 2015 y 2016, el Laboratorio de Micología de la EMV-UNA realizó un estudio a cargo de la microbióloga Andrea Urbina y la veterinaria Alejandra Calderón, con el apoyo de los biólogos marinos Jorge Cortés, Christian Mora y Cindy Fernández del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Costa Rica (CIMAR-UCR). El objetivo consistió en identificar si la enfermedad (aspergilosis) reportada en el Caribe afectaba a los corales suaves de nuestro país y buscar lesiones en estos invertebrados.

 

Se lograron analizar 55 colonias (individuos). De los animales que se lograron ubicar, 18 tenían lesiones de diferente número y tamaño y se recolectaron muestras de las zonas tanto afectadas como sanas. Asimismo, a los corales también se les realizaron análisis histopatológicos (de los tejidos) donde colaboró el patólogo Juan Morales de la EMV.

 

Esta investigación demostró que, en las colonias revisadas, la aspergilosis ni otras enfermedades que causan mortalidades masivas estaban presentes y que las lesiones encontradas están asociadas con algas e invertebrados que pueden ser consecuencia de la sedimentación ocasionada por las lluvias y los ríos que desembocan cerca de los sitios muestreados.

 

Los investigadores coinciden en que es necesario continuar estudiando microorganismos que puedan afectar a los corales para poder implementar adecuados planes de conservación.