La NASA anuncia el descubrimiento del décimo planeta del sistema solar
Marcelo Sabbatini/DICYT No son sólo los cambios geopolíticos, con la disolución de naciones y países y el surgimiento de muchos otros más lo que nos va a hacer replantearnos todo lo que aprendimos en la escuela. Ahora, el mismísimo sistema solar ha cambiado, según han anunciado científicosfinanciados por la NASA, con el descibrimiento de lo que sería el décimo planeta, situado en una órbita a 13.000 millones de kilómetros de la Tierra.
El doctor Michael Brown, del California Institute of Technology, y su equipo de astrónomos han detectado este nuevo planeta a una distancia mucho más grande que la de cualquier otro, al borde del espacio profundo, en lo que puede ser la primera prueba concreta de la existencia de la hipotética Nube de Oort, um conjunto de cuerpos astronómicos hechos de hielo y polvo que explicarían la aparición de determinados cometas. Al igual que Marte, el planetoide posee una coloración rojiza y los científcos también afirman que hay evidencia indirecta que pueda tener una luna. A la imensa distancia que se encuentra del Sol, unas novecientas veces más distante que la Tierra del astro rey, se encuentra en la región más fría del sistema solar, a unos 240 grados bajo cero (-240ºC).
Este posible nuevo planeta se ha bautizado provisionalmente con el nombre de Sedna, en homenaje a la diosa de los mares del pueblo Inuit (esquimales) que habitan el norte de Canadá y Groenlandia.
Al contrario de lo que han informado las agencias de noticias y los principales periódicos digitales del mundo en un primer momento, el equipo ha utilizado el telescopio Samuel Oschin Telescope, en el Observatorio de Palomar, y se han realizado observaciones de confirmación en Chile, Hawai, Arizona, e incluso España. Además, la observación se ha confirmado a través del telescopio espacial Spitzer, lanzado al espacio en agosto del año pasado, que utiliza la luz infrarroja para investigar la composición y origen de los planetas y estrellas, y proporcionar así las claves para comprender la formación del Universo. En el futuro, el famoso telescopio Hubble ayudará en la tarea de determinar si hay una luna o no alrededor de Sedna.
Se trata del mayor objeto en órbita alrededor del Sol encontrado en 74 años, desde el descubrimiento de Plutón en 1930. Sin embargo, la comunidad científica internacional cuestiona si Plutón y Sedna son planetas o si se clasificarían mejor como “objetos astronómicos”. Ambos cuerpos son formados por roca y hielo y poseen un tamaño muy pequeño, con 2.300 y 2.000 kilómetros de diámetro respectivamente, seis veces más pequeños que la Tierra.
Cambiar la clasificación planetaria
La polémica se levantó en el año 1998 cuando algunos científicos propusieron cambiar la clasificación de Plutón a planeta menor, dado el mencionado tamaño y su órbita irregular, que cruza con la de Neptuno además de estar inclinada 17 grados en relación al plano del sistema solar. La propuesta de cambio también se vio propulsada por los descubrimientos de varios cuerpos astronómicos, también compuestos de roca y hielo, más allá de la Plutón y que consisten el Cinturón de Kuiper. Se cree que este cinturón da origen a cometas. ¿Sería entonces Plutón un cometa durmiente? Aunque se haya levantado la polémica, la Unión Astronómica Internacional todavía considera a Plutón un planeta, dado que la decisión para ser efectiva, debería apoyarse en hechos y pruebas científicas ineludibles.
Por otro lado, desde que se inició la discusión, el dilema actual ya era previsto por los científicos. ¿Qué pasaría cuándo se encontraran cuerpos en el Cinturón de Kuiper, o más allá como es el caso de la Nuve de Ooort, que tuviera dimensiones equivalente a la de Plutón? ¿Se clasificarían como nuevos planetas o Plutón se pasaría a considerar un componente de este cinturón? La solución provisional fue asignar un número de “objeto trans-neptuniano”, iniciando por Plutón, a los nuevos objetos descubiertos, un proceso que se diseñó a medida para que el noveno planeta no perdiera nunca su status como tal. El descubrimiento de Sedna, seguramente, echará un poco más de leña a la discusión.