Alimentación Panamá , Panamá, Miércoles, 25 de noviembre de 2009 a las 13:24

La pendiende del terreno influye en la variabilidad genética de una rana en peligro crítico de extinción

Arroyos y tierras bajas permiten mayor posibilidades de supervivencia para la 'Atelopus varius'

AMR/OEI-AECID/DICYT Investigadores de las universidades de California y Míchigan (Estados Unidos) han analizado qué efectos pueden tener las pendientes del terreno para la conectividad de los diferentes hábitats ribereños de una rana en peligro de extinción en Panamá, la Atelopus varius. Los investigadores sugieren que los patrones de variación genética entre las poblaciones de este anfibio se ven afectados por la pendiente del paisaje. Según esta explicación, las zonas con pendientes pronunciadas actuan como barreras al flujo de genes. El objetivo es que las autoridades utilizan la información obtenida por los científicos para implementar nuevas medidas que faciliten la conectividad entre poblaciones y mantenga la variedad genética, para asegurar la supervivencia de la especie.

 
Los científicos partían de la premisa de que los paisajes heterogéneos están relacionados con la estructura genética de las especies y que su estudio no sólo arroja luz sobre los procesos implicados en la divergencia de la población y la especiación, sino que también lo pueden guiar las estrategias de gestión para promover y mantener la conectividad genética de las poblaciones de especies amenazadas. El objetivo del estudio era en primer lugar identificar las barreras y los corredores de flujo de genes entre las poblaciones de la rana en peligro crítico de extinción Atelopus varius, para posteriormente evaluar la contribución relativa de los factores de paisaje alternativos a los patrones de variación genética entre estas poblaciones en trabajo de laboratorio.

 

Para ello, los investigadores llevaron a cabo un estudio en el oeste de Panamá que incluía las nueve poblaciones de Atelopus varius que sobrevivían en el momento del estudio. El trabajo ha sido publicado recientemente en Diversity and Distributions. A la hora de realizar el trabajo de campo, los científicos analizaron la influencia de las variables de paisaje en el flujo de genes entre las poblaciones a través de las correlaciones entre diferentes escenarios de un mismo paisaje de escenarios y la distancia genética de los individuos que los poblaban. Se desarrollaron hasta quince hipótesis alternativas relativas, fundamentalmente, a la influencia de corredores de hábitat ribereño, pendientes pronunciadas, y las condiciones climáticas en los patrones de la estructura genética, para establecer finalmente un marco de modelización causal. Este trabajo se enriqueció con un estudio del tipo molecular de las poblaciones del anfibio.

 

Sólo la hipótesis de atribución de la resistencia a la dispersión a través de fuertes pendientes (dicho de otro modo, el aislamiento genético está relacionado con la distancia de la pendiente del terreno) fue apoyado plenamente por el enfoque de modelización causal. Además, el análisis de la varianza molecular y la relación con las rutas en las que existía menor pendiente entre las poblaciones sugería que la conectividad de los hábitats ribereños pueden influir en la estructura genética así.

 

Por este motivo, los resultados de este equipo científico sugieren que los patrones de variación genética entre las poblaciones de Atelopus varius se ven afectados por la pendiente del paisaje de tal manera que las zonas con pendientes pronunciadas actuan como barreras al flujo de genes. En contraste, las zonas de baja pendiente, tales como arroyos y sierras, parece ser un importante corredor para el flujo de genes, especialmente entre poblaciones con alta variedad genética. Estos resultados, indica el informe, generan consideraciones importantes para la gestión de esta especie en peligro crítico.