Ciencias Sociales España Salamanca, Salamanca, Miércoles, 12 de diciembre de 2007 a las 16:50

La Universidad de Salamanca analiza la evolución de la microscopía electrónica

El profesor Miguel Arévalo cierra esta tarde el ciclo de conferencias sobre la historia del microscopio

JPA/DICYT Miguel Arévalo, profesor del Departamento de Anatomía e Histología Humanas de la Universidad de Salamanca, cierra esta tarde el ciclo de conferencias que ha acompañado a la exposición El microscopio. Su aportación a la Ciencia con una charla sobre la microscopía electrónica y cómo esta tecnología ha ido evolucionando desde que apareciera hace más de 70 años, unida en la actualidad a los avances informáticos.

"Hasta la década de los años 30 teníamos un límite máximo de resolución, es decir, sólo podíamos ampliar imágenes con la luz visible y a partir de microscopios ópticos", ha comentado en declaraciones a DICYT. Sin embargo, "desde entonces se desarrolló una nueva tecnología que iba a permitir construir el microscopio electrónico, que en lugar de usar la luz natural, utiliza haces de electrones, lo que nos ha permitido ampliar enormemente las imágenes", apunta.

En este sentido, otro gran salto basado en la misma técnica ha sido el análisis de las imágenes asistidas por ordenador. "En los años 30, los primeros microscopios electrónicos eran tan incipientes que sólo conseguían un aumento de 15 veces el tamaño real, cuando los microscopios ópticos ya lo aumentaban hasta 2000 veces, pero ahora con los electrónicos llegamos ya a un millón de aumentos", explica. Hoy en día, "ya todos los microscopios electrónicos van adaptados a un ordenador", apunta.

Como ejemplo, explica el caso del uno de los dos grandes tipos de microscopio eletrónico, el de barrido, que analiza imágenes superficiales, como la del ojo de una mosca o la de una pulga. "En lugar de que los electrones atraviesen la muestra, rebotan contra ella y se ve la superficie. Para obtener esa imagen es fundamental el ordenador, porque se analiza en la pantalla", afirma.

 

El fundamento de la técnica

En cualquier caso, el fundamento de la técnica es el mismo en la actualidad que en los primeros tiempos del microscopio electrónico y se resume en que "en lugar de usar haces de luz, se utilizan haces de electrones", asegura Miguel Arévalo, que recuerda que el inventor del microscopio electrónico fue el físico alemán Ernst Ruska, que obtuvo el Premio Nobel en 1986.

Hoy en día, el desarrollo de la microscopía se encamina hacia la Nanotecnología, ya que hay imágenes menores de un amstrong (diezmillonésima parte de un milímetro), algo "inimaginable hace pocos años", según este especialista. En cualquier caso, en ciencias como la Medicina "es difícil trabajar con medidas tan pequeñas porque necesitamos preparaciones biológicas y las muestras se deterioran con los haces de electrones". Sin embargo, sí es muy útil para estudiar materiales y desarrollar, por ejemplo, componentes electrónicos como los microchips.