Tecnología España , Salamanca, Lunes, 17 de julio de 2006 a las 16:46

La Universidad de Salamanca participa en un proyecto europeo para el desarrollo de transistores de alta tecnología

En la iniciativa están implicados los ministerios de Defensa de siete países y 29 grupos de investigación de diferentes áreas estratégicas

Ana Victoria Pérez/DICYT Científicos del Grupo de Investigación en Dispositivos Semiconductores de la Universidad de Salamanca han sido seleccionados por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Armada (CIDA) para tomar parte en el proyecto europeo Korrigan, puesto en marcha por los ministerios de Defensa de siete países de la UE con el objetivo de incentivar el desarrollo de componentes microelectrónicos, entre los que se encuentra la fabricación de transistores de GaN (nitruro de galio) de alta tecnología. El equipo salmantino se une así a otros 29 grupos de investigación europeos, y su misión se centra en proyectar los modelos de los transistores utilizados en telecomunicaciones para su posterior fabricación.

El profesor Tomás González, ha explicado a DICYT las peculiaridades técnicas del proyecto: "Las instituciones y empresas participantes en el programa Korrigan trabajamos en estos momentos en el diseño de transistores capaces de trabajar con señales de muy alta frecuencia (del orden de gigaherzios) y con potencias muy elevadas. Estas capacidades vienen determinadas esencialmente por el tipo de material semiconductor con el que se fabrica el dispositivo, que en este caso es el nitruro de galio". Los transistores fabricados a partir de este material cuentan con interesantes aplicaciones tanto en el campo militar como en el civil, ya que permiten trabajar con ondas de mucha amplitud y potencia mejora las capacidades de algunos sistemas de comunicaciones, o las aplicaciones de los radares. Desde el punto de vista civil es posible establecer comunicaciones mucho más eficientes con satélites, así como incrementar la capacidad de los sistemas wireless. Todas ellas mejoras imposibles de incorporar en otros dispositivos similares fabricados con semiconductores más habituales como el silicio, con menor capacidad para manejar señales de potencia.

Las peculiaridades de estos materiales encarecen bastante los procesos de fabricación, por lo que el papel que desarrollarán los investigadores del Grupo de Investigación en Dispositivos Semiconductores de la Universidad de Salamanca será fundamental a la hora de abaratar costes y optimizar el uso de materiales. "Una de las áreas del proyecto referente a la modelización de transistores fue encomendada al CIDA -explica Tomás González- que contactó con nuestro grupo, ya que este es un campo en el que nosotros tenemos ya bastante experiencia, además de contar con el software adecuado y unos protocolos de trabajo establecidos. Según el acuerdo suscrito con el Centro de Investigación y Desarrollo de la Armada, los trabajos de modelización nos mantendrán ocupados hasta 2008".

Por detrás de Estados Unidos y Japón

El desarrollo de una industria especializada en fabricación de componentes microeelectrónicos de altas prestaciones exige importantes inversiones, así como el desarrollo simultáneo de otros sectores estratégicos, como es la investigación en nuevos materiales. Una empresa que las precavidas industrias europeas han considerado demasiado arriesgada, y cuyo desarrollo ha quedado, en consecuencia, muy rezagado con respecto a Estados Unidos y Japón. El Proyecto Korrigan, con una financiación global de 29 millones de euros, puede constituir un primer paso para salvar el escalón que separa la industria europea de la de las principales potencias mundiales en este campo, ya que dentro del plan de trabajo del proyecto se contempla la creación de un entramado industrial que sea capaz de afrontar las diferentes etapas del proceso: investigación en materiales, fabricación, pruebas de fiabilidad de los dispositivos e integración de los mismos en sistemas civiles y militares al uso.

"La falta de un entramado industrial español en este campo hace que la participación en un proyecto de estas características, en el que finalmente los modelos teóricos van a ser fabricados y probados, suponga un incentivo adicional para nuestro equipo de trabajo, explica el profesor González, y añade que "los resultados del proyecto constituirán un referencia experimental importante para nuestro trabajo, que por norma general nos vemos obligados a buscar en compañías y grupos de investigación franceses y británicos".