Medio Ambiente México , Baja California Sur, Viernes, 16 de abril de 2021 a las 16:37
ART脥CULO DE DIVULGACI脫N

Los cuernos, entre la defensa y el cortejo

No siempre son armas de defensa y, en el pasado, no fueron exclusivos de los mam铆feros

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Se les llama cuernos a las proyecciones sobre la cabeza o el rostro. Se pueden dividir en diferentes grupos según su anatomía y origen, pero todos son extensiones tegumentarias (de la piel). Los cuernos en general, son armas de defensa de las especies que los poseen con respecto a los carnívoros y los carroñeros (sus principales depredadores naturales) quienes están dotados de otras armas naturales como dientes, fuertes mandíbulas y garras.

 

Todos los bóvidos (toro, ñú, búfalo, borrego cimarrón) poseen cuernos tanto en machos como hembras, aunque los de los machos son más prominentes, a excepción del caribú, donde son del mismo tamaño. Las especies en las que solo los machos los presentan, también son instrumentos de duelo para poder competir con otros machos, imponer dominancia y lograr aparearse con las mejores hembras; así como para defender sus territorios. Los diferentes grupos de proyecciones son: cuernos verdaderos, astas, osiconos, cuernos que cambian la funda y los conglomerados de pelo con queratina.

 

Seguramente, conoces otros animales con cuernos, incluso pueden hacer alusión de la palabra en su nombre, como las lagartijas cornudas (también conocidas como camaleones) del género Phrynosoma, las cuales tienen escamas de su piel modificadas sobre su cabeza, por lo que pareciera que tiene cuernos. Aves como el búho cornudo, la alondra cornuda o el zambullidor cornudo; pero todos ellos no poseen cuernos, son plumas más alargadas que debido a su posición y tamaño lucen como tales. También hay invertebrados como las abejas cornudas o los escarabajos rinoceronte, en ellos su cuerpo está cubierto por cutícula que forma un exoesqueleto y se forma una proyección del mismo material. De modo que, aunque se les llame del mismo modo, no son cuernos reales.

 

Los cuernos verdaderos son las estructuras que tienen un os cornu (núcleo óseo) que es una proyección del hueso frontal (la parte viva del cuerno) y están cubiertos por una funda de queratina (la parte muerta). La queratina es un componente proteínico que conforma diversas estructuras como pelo, uñas, pezuñas, garras, entre otras. Se originan de papilas en la piel semejantes a los folículos pilosos. La parte de queratina puede astillarse, fisurarse o romperse y no causará dolor al individuo, incluso pueden regenerarse. Los cuernos se presentan en pares y simétricos, a excepción del antílope de cuatro cuernos. En cuanto a forma, éstos pueden ser curveados, torcidos, enroscados, en forma de hélice o de zigzag, y siempre terminan en una forma puntiaguda, a menos que se pierda por el desgaste. Algunas especies, como el borrego cimarrón, utilizan los cuernos como herramienta para obtener alimento.

 

Las astas son una característica de dimorfismo sexual (ayudan a diferenciar entre machos y hembras), pueden ser ramificadas o no. Se observan en diferentes especies de venados, incluyendo alces y renos. En la mayoría de las especies después de la temporada reproductiva los mudan y a lo largo del año crecen nuevamente. Se componen por tejido vivo, crecen acorde al individuo que las porta y se recubren de piel con vello fino llamado terciopelo, debido a esto, tienen sensibilidad; si por alguna razón son mutiladas, el animal sentirá dolor y sangrará. Una vez que han alcanzado su estado definitivo, las arterias se colapsan y el tejido muere, por lo que se desprende la piel, queda el hueso expuesto y pierden sensibilidad. A partir de este periodo son usados en constantes duelos para poder aparearse.

 

Los osiconos o protuberancias características de las jirafas (machos y hembras) y los machos de okapí, no son cuernos verdaderos ni astas, están compuestos de cartílago osificado y siempre estarán cubiertos con piel con vello. No es clara su función, pero se cree que les ayudan a termorregular.

 

Los cuernos con funda son exclusivos del berrendo. La funda está compuesta de queratina y se muda periódicamente, conservándose la médula ósea del hueso frontal.

 

Los rinocerontes, muestran uno o dos cuernos en el rostro, que pueden ser de una longitud significativa. Aunque se les llama cuernos, son diferentes anatómica y estructuralmente a los mencionados anteriormente. Esta estructura en pocas palabras es un conglomerado de pelo en crecimiento constante endurecido por la queratina. No tienen ninguna estructura ósea o cartilaginosa que los sostenga, por eso si alguna vez observas un cráneo de rinoceronte, notarás la ausencia de sus “cuernos”.

 

Contrario a lo que vemos con los animales de nuestros días, los cuernos no siempre fueron estructuras exclusivas de los mamíferos, los cuernos existen al menos desde hace 100 millones de años, se encontraban en algunos dinosaurios como el Triceratops. Muchas especies fósiles poseían cuernos frontales y nasales, en su mayoría herbívoros ungulados, sin embargo, existió un roedor con cuernos, considerado el mamífero con cuernos más pequeño, pertenecía al género Ceratogaulus y sus cuernos nasales además de usarlos como defensa, los usaba para excavar, ya que tenía hábitos fosoriales (adaptado a la vida bajo la tierra).

 

Actualmente, no todos los herbívoros con pezuñas poseen cuernos, pero no es porque no tengan el material genético para desarrollarlos, sus antepasados si los tenían como los brontoterios, especies fuertemente relacionados con los equinos (como los caballos). Existe la teoría, de que los cuernos evolucionaron con las especies por la influencia del lugar en el que viven, lo que comen y con quiénes conviven; por esta razón hay más especies con cuernos en lugares con vegetación abierta como las sabanas africanas en comparación de vegetación cerrada como los bosques de Norteamérica, en éstos últimos además encuentran más disponibilidad de alimento por lo que no es necesario pelearse con los vecinos por eso. Las especies de herbívoros que no poseen cuernos tienden a ser menos agresivas que las que sí.