Technology Spain , Valladolid, Thursday, November 05 of 2009, 18:37

Los expertos apuestan por el vehículo eléctrico con pila de combustible para el futuro

Francisco Tinaut, subdirector de Cidaut, y Antonio González, del INTA, participan en una jornada técnica sobre el hidrógeno como combustible alternativo

CGP/DICYT Las pilas de combustible alimentadas con hidrógeno son una alternativa viable a los motores de combustión. Así lo creen los expertos que se han dado cita hoy en la jornada técnica sobre el hidrógeno como combustible alternativo celebrada en el I Salón del Vehículo y Combustibles Alternativos de Valladolid. Francisco Tinaut, subdirector del Centro de Investigación y Desarrollo del Automóvil (Cidaut), ha apostado de cara al futuro por el desarrollo de vehículos con motor eléctrico en los que una pila de combustible actúa como fuente de energía. No obstante, señala que aún se debe trabajar en aspectos como el transporte de hidrógeno, el almacenamiento, la seguridad y el diseño de sistemas para vehículos que lo soporten.

 

Un automóvil de este tipo incluirá un pequeño tanque de hidrógeno, una pila de combustible y un motor. En cuanto al hidrógeno, Antonio González García-Conde, director del departamento de Aerodinámica y Propulsión del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), ha recordado que no es un recurso que se encuentre en la naturaleza, aunque ofrece “una gran versatilidad”. En la actualidad, el 96 por ciento del hidrógeno que se produce, un recurso caro y escaso, se obtiene a partir de combustible fósil y se utiliza sobre todo en la industria petroquímica, así como en la metalurgia o la aeroespacial, entre otras.

 

Sin embargo, también puede tomarse del agua mediante electrolisis, la descomposición de agua en gas de oxigeno e hidrógeno por medio de a una corriente eléctrica. Otro de los medios por el que puede obtenerse hidrógeno es hidrobiológico, basado en la fotosíntesis de las algas, aunque este aspecto forma parte aún “de la investigación básica”.

 

Difícil almacenamiento

 

El hidrógeno cuenta además con un problema, “ocupa mucho volumen y es necesario comprimirlo, licuarlo o ponerlo de alguna forma con densidad energética más alta”. Así, en la actualidad se almacena en grandes tanques y su producción es mayoritariamente “cautiva”, es decir, “allí donde se obtiene se usa”. En cuanto a sus aplicaciones, el experto ha insistido en el interés que genera para la producción de electricidad, aportando ventajas respecto al “carácter intermitente” de las energías renovables.

 

Finalmente, el miembro del INTA ha destacado que la economía del hidrógeno se centra “en la expectación de que pueda producirse a partir de recursos domésticos de forma económica y medioambientalmente aceptable, y en que la tecnología de uso final del hidrógeno, las pilas de combustible, generen uno cuota de mercado”.

 

En cuanto a la aplicación del hidrógeno al transporte, Francisco Tinaut ha destacado que el objetivo “es reducir las emisiones y aumentar la eficacia del sistema de propulsión”; así como mejorar otros criterios como “la seguridad o la reciclabilidad”. La ventaja del hidrógeno respecto a otras energías radica “en que puede obtenerse desde muchas fuentes”, por lo que vaticina que los vehículos híbridos con pila de combustible podrían estar en ciertos mercados “en 2015”.