Los expertos señalan que dos de cada tres mayores son hipertensos
AVPR/DICYT En los últimos años se ha multiplicado la prevalencia de hipertensión en las personas de edad avanzada, situándose las tasas absolutas de ancianos hipertensos entorno al 60 y 70%, y aunque muchos pacientes conocen sus problemas relacionados con la tensión arterial, un porcentaje significativo no está diagnosticado. De ahí que los profesionales que durante estos días toman parte en el simposio sobre la hipertensión en ancianos que se celebra en Salamanca creen conveniente diseñar protocolos de control adecuados a la edad del paciente.
Según ha explicado a DICYT Juan Francisco Macías, organizador del Simposio Satélite sobre Hipertensión en Ancianos, “ningún ensayo clínico realizado en ancianos con hipertensión ha tenido en cuenta el envejecimiento fisiológico a la hora de diseñar los tratamientos antihipertensivos más adecuados. Además de controlar los parámetros de la tensión arterial, los tratamientos deberían diseñarse para revertir, controlar o, al menos, no empeorar las modificaciones orgánicas y funcionales que acompañan al proceso de envejecimiento fisiológico”.
El doctor Macías matiza las altas tasas de incidencia registradas, y advierte que "aunque el incremento de la hipertensión en función de la edad es muy evidente en los países más desarrollados, existen comunidades con formas de vida muy primitivas en las que no se produce este hecho. Además, el aumento de las cifras de tensión arterial es muy evidente para la presión arterial sistólica, mientras que la diastólica se estabiliza, o al menos no aumenta tanto con la edad".
El procedimiento básico de detección de la hipertensión es la medición protocolizada en todos los enfermos que acuden a la consulta, especialmente en los pacientes ancianos, y dado que esta población está registrada dentro de las historias clínicas de los centros de salud, los expertos consideran que debería programarse, al menos, una visita para la medición de la presión arterial en todos los pacientes mayores de 65 años cuando no existan registros previos o son negativos.