Ciencia España , España, Miércoles, 18 de julio de 2012 a las 19:21

Los neandertales de El Sidrón conocían las cualidades medicinales de las plantas que comían

Hallada la primera prueba molecular de ingestión de aquilea y camomila en un neandertal

CSIC/DICYT Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) colabora en una investigación liderada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de York, que ha obtenido la primera prueba molecular de que la especie neandertal no sólo comía una gran variedad de plantas, sino que también conocían sus cualidades curativas y nutricionales.


Hasta hace poco se pensaba que los neandertales, que desaparecieron hace entre 30.000 y 24.000 años, eran predominantemente carnívoros. Sin embargo, las pruebas de que tenían una dieta más variada son cada vez más evidentes, a medida que se sofistican las técnicas de análisis.


En un estudio reciente, investigadores de España, Reino Unido y Australia han identificado el material atrapado en diez muestras de cálculos dentales (placa dental calcificada) de cinco neandertales de la cueva de El Sidrón (Asturias) y han hallado la primera prueba molecular de que un individuo de esta especie ingirió dos tipos de plantas medicinales: aquilea y camomila. Los resultados, que se publican esta semana en la revista Naturwissenschaften ‐ The Science of Nature, suponen un nuevo paso para profundizar en el conocimiento sobre esta especie.


Karen Hardy, investigadora ICREA de la UAB y profesora honoraria de la Universidad de York, que ha liderado del estudio, explica que “la variedad de plantas que hemos identificado sugiere que los individuos neandertales que vivieron en El Sidrón tenían un conocimiento sofisticado de su entorno natural, que incluía la habilidad para seleccionar y usar ciertas plantas por su valor nutricional y curativo. La carne era claramente primordial, pero nuestra investigación pone de manifiesto una alimentación bastante más compleja que la que creíamos hasta ahora que tenían”.

 

El investigador del CSIC Antonio Rosas, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC, y que ha coordinado en el trabajo, destaca: “El Sidrón ha permitido desterrar muchas de las ideas que se tenían de los neandertales. Gracias a los últimos estudios, sabemos que atendían a los enfermos, enterraban a sus muertos y adornaban su cuerpo. Ahora se ha añadido otro dato importante, en esta ocasión sobre su dieta y hábitos de vida”. Rosas es el director de la investigación sobre los fósiles humanos de El Sidrón.


Para analizar las muestras, se han combinado técnicas de espectrometría de masas y de deserción térmica con análisis morfológicos de microfósiles de plantas. Los miembros del equipo investigador explican que los gránulos de almidón y los marcadores de carbohidratos hallados en las muestras, así como compuestos vegetales (azulenos y cumarinas) y posibles evidencias de frutos secos, alimentos herbáceos y verduras indican una mayor diversidad de plantas que la que habían obtenido en estudios anteriores realizados con análisis de isótopos estables.


Plantas de sabor amargo


En investigaciones realizadas en 2009 por el equipo de excavación de El Sidrón se había identificado el gen neandertal que les dotaba para de percibir el gusto amargo. El estudio actual ha constatado que al menos uno de los individuos analizados había ingerido plantas de sabor amargo, concretamente aquilea y camomila. Stephen Buckley, del centro BioArCh de la Universidad de York comenta al respecto que “el hecho de tomar este tipo de plantas con escaso valor nutritivo es sorprendente.


Nosotros sabemos que los neandertales las encontrarían amargas, así que probablemente las debieron seleccionar por razones que van más allá de su sabor”. El estudio ha hallado diversos compuestos orgánicos. Los carbohidratos se confirman por los gránulos de almidón triturados y cocidos observados al microscopio, procedentes de varias plantas ricas en este elemento. También se han hallado evidencias consistentes con humo, posiblemente de alimentos cocinados o de leña, en forma de marcadores químicos como esteres metilo, fenoles e hidrocarburos aromáticos policíclicos, así como con bitumen, procedente probablemente de pizarras bituminosas.


Matthew Collins, director de BioArCh, explica: “la espectrometría de masas nos ha permitido identificar los carbohidratos en los cálculos de dos individuos adultos, uno de ellos en particular parecía haber comido diversos alimentos ricos en estos compuestos. Combinada con el análisis microscópico, esta técnica demuestra que los cálculos dentales pueden ser una gran fuente de información”.
 

Les Copeland, profesor de la Facultad de Agricultura y Medioambiente de la Universidad de Sydney (Australia), concluye que el estudio realizado en los dientes de El Sidrón“confirma el uso variado y selectivo de plantas por parte de los neandertales”. La investigación indica que los gránulos de almidón hallados en El Sidrón son los más antiguos confirmados hasta ahora mediante test bioquímicos (43.000 años).

 

Los científicos han identificado también restos antiguos de bacterias que consideran que pueden aportar luz en futuros estudios sobre la salud dental de los neandertales. El estudio ha contado con el apoyo de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Las muestras dentales y la información sobre los individuos han sido facilitadas por el equipo de excavación de El Sidrón.
 

La cueva de El Sidrón


La cueva de El Sidrón contiene la mejor colección de neandertales de la Península Ibérica y es uno de los yacimientos arqueológicos más activos del mundo. Descubierto en 1994, contiene alrededor de 2.000 restos óseos de al menos 13 individuos datados entre 47.000 y 50.600 años. El Sidrón está siendo estudiado por un equipo multidisciplinar formado por el paleobiólogo Antonio Rosas (Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC), el genetista Carles Lalueza‐Fox (Instituto de Biología Evolutiva, centro mixto del CSIC y la
Universidad Pompeu Fabra), y el arqueólogo Marco de la Rasilla (Universidad de Oviedo). La excavación está subvencionada por la Consejería de Cultura del gobierno autonómico de Asturias. Este equipo facilitó las muestras dentales y la información básica para realizar el estudio.