Métodos innovadores para la deshidratación de frutas y verduras
USM/DICYT Potenciar las frutas y verduras producidas en las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá, es el objetivo de Javier y Gonzalo Arancibia, dos hermanos que se encuentran en proceso de titulación de las carreras Ingeniería Civil Mecánica e Ingeniería Comercial, respectivamente, de la Universidad Técnica Federico Santa María y que se encuentran en vías de desarrollar un proyecto de deshidratación de frutas y verduras autóctonas de la XV y I región y con la utilización de energías renovables.
“Provenimos de Iquique y queremos desarrollar un emprendimiento sustentable y que se pueda reconocer dentro de la región, lo que pretendemos lograr a través de la deshidratación de frutas y verduras propias de Iquique y Arica y que no se caracterizan por comercializarse en esta forma”, explicó Gonzalo Arancibia, estudiante de Ingeniería Comercial y co- fundador del proyecto.
Limón de pica, guayaba, mango, maracuyá y aceitunas de Azapa, serían los primeros productos con los que los jóvenes emprendedores, probarían las recetas de deshidratación para comercializarlos de manera exclusiva en el mercado nacional e internacional, apuntando al segmento gourmet del espectro culinario. Así también, la producción de harina de estas frutas y verduras autóctonas es uno de los nichos que pretenden abarcar y todo basado en la creciente población que padece de enfermedades alérgicas a los productos derivados del trigo.
En la actualidad, el estudio “viene a ser el primer paso de investigación y práctica del secado de frutas y verduras y la implementación de aderezos, para después saltar a un proyecto sustentable en el tiempo con energías renovables, más aún con la especial ventaja del desierto de Chile, que recibe entre 7 y 7,5 kwh/m2, siendo el lugar que recoge mayor cantidad de radiación solar en el mundo”, agrega Gonzalo.
Gracias a la adjudicación del fondo Investigación, desarrollo e innovación I+D+i del Programa de Iniciativas Estudiantiles Académicas (PIE>A), los hermanos Arancibia podrán adquirir las máquinas necesarias para diseñar el método de deshidratación más adecuado para los novedosos productos que intentarán comercializar, procedimiento que demora 48 horas aproximadamente.
Javier Arancibia, estudiante de Ingeniería Mecánica y co-fundador del proyecto señala que “sabemos que la temperatura optima de deshidratación bordea de 50 a 60°C, es por ello, que buscamos emular esta temperatura con tal de averiguar cuál es la más adecuada en la deshidratación de las frutas y verduras con las que experimentamos. Posteriormente, se puede hacer dimensionamiento sobre los diseños para elaborar el desarrollo de la energía solar, por ejemplo, implementar los colores o ventiladores necesarios para una temperatura determinada, para evitar que se quemen”.
El origen de la idea se remonta a un viaje que ambos realizaron a Europa, donde pudieron dar cuenta de la calidad y cantidad de productos alimenticios que provenían de suelo nacional. Es así como detectaron un nicho gourmet al cual apuntar con los productos deshidratados que se dan en la zona norte de Chile.
“Hace dos años viajamos a Irlanda e hicimos un recorrido por varios países y comenzamos a buscar los tipos de alimentos y nos percatamos qué productos de Chile se comercializaban allá, por ejemplo, arándanos y paltas a precios muy superiores, totalmente enfocado al mercado gourmet y es eso en lo que nos queremos enfocar”, dicen.