Pioneros en desarrollar aplicaciones para dispositivos móviles
José Pichel Andrés/DICYT Una joven empresa salmantina basada en los conocimientos universitarios de sus integrantes se abre camino en el nuevo campo de las aplicaciones para dispositivos móviles, desarrollos que cualquier usuario puede tener en el teléfono o en tabletas digitales como el iPad, cada vez más frecuentes, pero que desde el punto de vista técnico están muy alejados de los programas de escritorio para ordenador o de las páginas web. La novedad y complejidad de estas aplicaciones hace que apenas existan compañías como Chocosoft a pesar de la gran demanda que existe en la actualidad.
Los cuatro integrantes de la empresa se formaron en el área de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca y recibieron conocimientos especializados en movilidad dentro del llamado Club de Innovación. De hecho, Ramón Álvarez, Patricia Martín, Ángel Oliva y Miguel Sánchez llegaron a desarrollar proyectos para móviles dentro de la Universidad, como un videojuego para enseñar reciclaje a los niños o un dispositivo que detecta caída de ancianos a través del móvil.
Con estos conocimientos no perdieron el tiempo y montaron Chocosoft, que desde hace apenas unos meses diseña aplicaciones para dispositivos móviles como iPhone, iPad, Android, Windows Phone 7 o BlackBerry, es decir, en programas que tengan que ver con dispositivos móviles en general, porque dentro de la Informática este campo es el que más demanda genera en la actualidad, aseguran en declaraciones a DiCYT.
Por eso, casi todos los proyectos son para empresas, especialmente, agencias de publicidad y marketing que necesitan programas para teléfonos móviles con los que promocionar u ofrecer las ofertas de clientes. Además de este "marketing móvil", otra referencia son las empresas que se dedican a la formación a distancia y que quieren tener en el móvil lo que ya ofrecen por internet.
"Las empresas han visto un filón en el auge de teléfonos móviles para anunciarse, igual que cuando surgió la ola de las páginas web se dieron cuenta de que quien no estaba en internet se queda atrás, ahora mismo pasa lo mismo con las aplicaciones para móviles", indican. Sin embargo, apenas hay desarrolladores en este campo, aunque Salamanca cuenta con otras dos compañías que dedican a ello parte de su actividad, Unkasoft y Flag Solutions.
Desde un punto de vista técnico, "es más complicado programar aplicaciones móviles" que para ordenadores y webs, aseguran, "es de las cosas más complejas a nivel de programación y no hay especialistas, es una tecnología nueva, es difícil acceder a formación especializada". La razón es simple: "iPhone apenas lleva 5 años en el mercado, Android tres y Windows Phone 7 salió el pasado año, mientras que las páginas web basadas en el lenguaje html llevan 20 años y apenas cambian".
Por eso, jóvenes empresas como Chocosoft se están haciendo con el mercado, teniendo en cuenta que "un grupo grande es poco ágil" para desarrollar estas aplicaciones y "muchas veces las grandes empresas prefieren subcontratar a grupos pequeños". Una aplicación puede llevar de media un mes de trabajo, aunque esto depende de muchos factores, por ejemplo, si el cliente ya tiene una web y quiere ofrecer algo a partir de ahí o si el trabajo parte de cero.
Muy diferente al ordenador o la web
En cualquier caso, "no se puede trasladar el contenido de una web al móvil directamente" porque nada tiene que ver un ámbito con el otro. "No es lo mismo una potencia de un ordenador que la de un teléfono, hay que utilizar la lógica de una aplicación para que vaya fluida y que la respuesta sea rápida en un juego o en un acceso a datos", señalan. Incluso dentro de las tecnologías móviles los lenguajes de programación son distintos. Por eso, el desarrollo de una aplicación se realiza "en paralelo" para las diferentes plataformas, como Android o iPhone. "Se hace un diseño de la aplicación y, a partir de ahí, nos dividimos el trabajo, solo la parte gráfica es común", comentan.
Entre los proyectos que barajan en la actualidad están el desarrollo de programas de salud o de catálogos de productos de centros comerciales. Además, aportan conocimiento especializado en inteligencia artificial aplicada a videojuegos. Ante la cantidad de trabajo que le llega a Chocosoft por la vía de peticiones de empresas, por el momento, han dejado aparcados los proyectos que, como el videojuego de reciclaje o el dispositivo que avisa de caídas, tenían una rama de investigación y ayuda social, pero necesitan financiación y mucho tiempo de dedicación.