Ciencias Sociales Colombia , Bogotá D.C., Martes, 04 de marzo de 2014 a las 10:08

Restos f贸siles de un pliosaurio de 9'9 metros ven la luz

El hallazgo del gigante prehist贸rico se realiz贸 en S谩chica (Boyac谩)

UN/DICYT Su cabeza, aplanada como la de un cocodrilo, mide 2,7 metros y conserva los dientes que llegan a medir hasta 20 centímetros. El hallazgo del gigante prehistórico se realizó en Sáchica (Boyacá).

 

Los restos de este pliosaurio se desenterraron gracias a la financiación de Ecopetrol, a datos suministrados por la Fundación Colombiana de Geobiología y a la investigación que adelantó el equipo de trabajo dirigido por la paleontóloga María Páramo, profesora del departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

 

De acuerdo con referencias bibliográficas, el mar Cretácico ingresó a Colombia hace cerca de 150 millones de años por la región que ocupa actualmente la Cordillera Central en Antioquia y alcanzó el actual borde llanero hace 90 millones de años, cuando logró su máxima inundación. Después comenzó a retroceder cuando los Andes empezaron a levantarse por el hundimiento de la placa de Nazca debajo de la placa de Sudamérica.

 

“Este mar inundó el territorio colombiano hasta más o menos el piedemonte llanero y llegó a tener conexión con lo que hoy en día es Venezuela y Perú”, explica Páramo.

 

Sin embargo, la experta afirma que mientras algunos geólogos opinan que durante el Cretácico inferior esta región boyacense se ubicaba muy lejos de la costa, otros piensan que estaba bastante cerca.

 

Las evidencias a favor de estos últimos son, por un lado, la existencia de restos vegetales que pertenecían al continente y que sería ilógico se hubieran desplazado mar adentro; y por otro lado, la presencia de yeso, una sal que se genera en zonas poco profundas y climas muy cálidos. Frente a esto, una corriente de científicos considera que la aparición de ese yeso es posterior.

 

Estas condiciones permitieron la evolución de seres enormes como los pliosaurios, los cuales estaban en el extremo superior de la cadena trófica o alimenticia. Se calcula que este género llegaba a pesar casi treinta toneladas (similar a lo que pesan cuatro elefantes africanos promedio).

 

Por eso, algo que hace particular este espécimen de mayor tamaño es que es uno de los más completos hallados hasta el momento en Colombia, a pesar de que las aletas del lado derecho se perdieron durante las labores de extracción de yeso que se desarrollaron en años pasados.

 

Además, está asociado con otro hallazgo relevante que es la cabeza de un ejemplar más pequeño, lo que podría indicar la presencia de pliosaurios juveniles conviviendo con adultos en los mismos mares.

 

El cráneo, que se excavó en el año 2010 y que se encuentra en el salón comunal del sector Llanitos, está dividido en cinco fragmentos que, como un rompecabezas, van desde las primeras vertebras del cuello hasta la punta del hocico con una dimensión de casi dos metros.

 

Estudiar estos fósiles conlleva una tarea ardua y dispendiosa. La excavación para desenterrar el ejemplar más grande (de 9,9 metros de largo, desde el hocico hasta la punta de la cola) llevó cuatro semanas con dedicación completa y fue extraído en bloques. Según la investigadora su preparación y estudio llevará un año y medio.

 

Aunque el descubrimiento se realizó en el año 2009, solo hasta finales del año pasado se pudieron llevar las excavaciones gracias al financiamiento de Ecopetrol.