Medio Ambiente México , Baja California Sur, Miércoles, 22 de septiembre de 2021 a las 16:03
ARTÍCULO DE DIVULGACIÓN

¿Sabías que no todos vemos los mismos colores?

La visión es el mecanismo por el cual los seres vivos pueden interpretar diferentes longitudes de onda de luz en imágenes

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT La vista es un sentido muy complejo que está más desarrollado en las aves y los mamíferos. El humano como todo primate, tiene desarrollado un sistema visual que funciona a través de las longitudes de onda de la luz para distinguir colores captadas por los ojos. La capacidad de detectar estos colores se debe a que al ser un primate que originalmente dependía casi exclusivamente de las frutas, debía tener una capacidad visual aguda para distinguir a la distancia lo que pudiera ser su alimento. En contraparte, otros sentidos como el olfato y el oído no están tan desarrollados.


El ojo tiene tres grupos de elementos principales: la parte fotosensible, que es donde se interpretan los estímulos luminosos. La sección de lentes, que por medio de la deformidad de los mismos se pueden enfocar los objetos, y la sección de control de la cantidad de luz, que entra a la parte fotosensible, estructura denominada como iris, que se abre o cierra en función de la cantidad de luz necesaria para la buena interpretación del estímulo fotosensible (mecanismo semejante a lo que hace un obturador en una cámara fotográfica). El ojo cuenta con dos estructuras accesorias muy importantes para mantener la humedad, la glándula lagrimal y los párpados.


La córnea es el lente más importante, se encuentra enfrente del ojo, tiene una forma cóncava-convexa y un enfoque fijo. En contraparte el cristalino, es un lente biconvexo que permite enfocar los objetos al aumentar o disminuir su espesor por la acción del músculo ciliar. El iris es un músculo radial y circular pigmentado (es la parte de color en el ojo, la cual no influye en cómo se interpretan los objetos) conformado por fibras musculares lisas que abre y cierra para regular el paso de la luz. La retina recibe la luz, tiene una capa fotorreceptora con células fotosensibles donde se encuentran los conos y los bastones. Los conos son células especializadas sensibles a la longitud de onda a través de las opsinas (un tipo de proteínas). Los conos son otro tipo de células, se dividen en tres tipos en función de la longitud de onda de luz. Los de longitudes largas, alrededor de 700 nanómetros (luz roja). Longitudes medias, próxima a los 530 nanómetros (luz verde) y onda corta, a los 430 nanómetros (luz azul).

 

En muchos primates los conos son de los tres tipos; al ser frugívoros resulta indispensable tener una buena resolución de colores para distinguir las partes comestibles de las que no, su maduración y su localización a la distancia. La cantidad de conos de cada uno de los tres grupos mencionadas en la retina varía en función de los hábitos alimentarios de la especie. De manera que las especies que comen hojas tienen más de los de longitud media para ubicar mejor las tonalidades de verde, mientras que en los frugívoros son más frecuentes los de onda larga.


Los bastones o bastoncillos permiten la visión en una baja condición de luminosidad y su sensibilidad está en función de la intensidad de la luz. La rodopsina es la responsable de captar e interpretar las longitudes de onda cercanas a 500 nanómetros (luz verde-azulada). Están asociados en grupos y no tienen capacidad captar detalles en las imágenes visuales. Se ubican en los laterales de la retina, por lo que, en el caso del humano en condiciones de poca luz, la mejor visión se tiene de manera periférica que en la región central. Diríamos, se ve mejor por el rabillo del ojo. Los bastones se consideran muy sensibles, pueden detectar la energía de un solo fotón y por lo mismo tienen que estar en constante renovación.


La combinación de la cantidad y ubicación de los diferentes conos y los bastones crean una multidiversidad muy amplia en la capacidad de los individuos de una especie y sobre todo entre especies. Como la retina es un área física limitada, el número de foto receptores (neuronas especializadas sensibles a la luz) es restringido, por lo que el aumento de un tipo tiene que repercutir en la disminución de otro. Las especies de hábitos nocturnos tienen muchos bastones para poder tener una muy buena visión en la noche, pero entonces mala resolución de colores y las especies diurnas tienen una mejor resolución del color y mala visión nocturna.

 

Un caso muy particular que denota la variación de la visión dentro de una especie, es el caso de los daltónicos. Ellos tienen disminución en los conos y en muchos casos incremento en los bastones, por lo que ven mejor de noche, pero no distinguen colores, caso contrario son los que tienen ceguera nocturna, tienen pocos bastones, pero más conos, ven los colores con mayor nitidez.


Casi todas las especies de vertebrados tienen dos ojos, uno de cada lado del rostro. La ubicación de los ojos les permite tener una visión diferencial. Si lo ojos están a los lados, la visión tiene un panorama más amplio, prácticamente pueden ver en todo su alrededor, pero no ubican con precisión tridimensional un objeto. Un ejemplo son los caballos, es importante localizar al depredador, no importa la posición exacta, sino verlo y emprender la huida a la brevedad. En cambio, si los ojos están en la parte frontal del rostro, tienen visión estereoscópica, su campo de visión es mucho más estrecho, pero puede localizar exactamente un punto en el espacio tridimensional. Como ejemplo los primates, si al saltar de rama en rama no ubican con precisión la siguiente rama pueden caer de los árboles y morir.


Un objeto puede ser visto e interpretado en imagen diferente entre especies, debido a la posición de sus ojos o a sus hábitos, diurnos o nocturnos o por su tipo de alimentación; pero también entre individuos de una misma especie, ya que cada individuo tiene una proporción distinta de conos y bastones, que los hace ver un mismo objeto de modo diferente.

 

 

Autores

El doctor en Ciencias Sergio Ticul Álvarez Castañeda es investigador titular E, adscrito al Programa de Planeación Ambiental y Conservación en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR). La doctora Alina Gabriela Monroy-Gamboa es posdoctorante en el mismo Programa del CIBNOR (correo: beu_ribetzin@hotmail.com).

 

 

 

 

Dirigir sus comentarios al doctor Álvarez-Castañeda, en el correo sticul@cibnor.mx.