Salud España Saldaña, Palencia, Lunes, 19 de febrero de 2007 a las 10:25

Saldaña acoge la sede de un banco de células madre de cordón umbilical

La empresa Stem Cell extraerá el material biológico para que sea conservado en Alemania

Eduardo Plaza/DICYT La localidad palentina de Saldaña, mediante una iniciativa del empresario Rafael de las Heras, acoge ya la sede central a nivel nacional de la empresa Stem Cell, dedicada a la extracción y conservación de células madre del cordón umbilical de los bebés recién nacidos con el objetivo de que, pasado el tiempo y en caso de necesidad, puedan ser utilizadas con fines terapéuticos.


Desde las instalaciones de Saldaña se lleva a cabo únicamente la labor de coordinación y captación de clientes, pero no se realiza el proceso de análisis y conservación de la sangre con células madre. Este trabajo lo lleva a cabo el laboratorio Medizinische Laboratorien Bonn (MLB), ubicado en esta ciudad alemana, con el objetivo de salvar el actual escollo legal asociado a este tipo de materiales biológicos, ya que la legislación española actual obligaría al cliente de Stem Cell a donar las células madre a cualquier otra persona que las necesitara a lo largo de un tratamiento, siempre que éstas fueran compatibles con las del hipotético donante.


Con el objetivo de eliminar esta posibilidad, la empresa envía el material a Alemania y se compromete a guardar y conservar en perfectas condiciones las células madre de cada cliente durante 20 años, de tal forma que puedan ser utilizadas única y exclusivamente por dicho donante, que es quien ha solicitado un servicio cuyo coste actual es de 1.650 euros.


El proceso


El proceso para la conservación de las células madre existentes en el cordón umbilical de un recién nacido se inicia con la extracción de la sangre de dicho cordón, según explica la directora comercial de Stem Cell, Virginia González. Tras la extracción, la sangre es enviada a Alemania donde es analizada y procesada para poder aislar las células madre y posteriormente criopreservarlas durante las dos décadas siguientes. “Es un proceso lento. Se preservan en viales y se someten a temperaturas muy bajas mediante su inserción en nitrógeno líquido”, añade González, a la vez que explica que este enfriamiento debe ser progresivo y lento para que el material no sufra deterioro.


Cada cliente que contrata el servicio de Stem Cell recibe un kit que consiste en “una bolsa para poder hacer la recogida de la sangre, anticoagulante, una aguja, una toallita desinfectante y gasas. Esa bolsa de sangre queda completamente aislada de cambios de temperatura muy bruscos mediante dos bolsitas de un gel especial que mantienen la sangre a temperatura ambiente. Todo ello va introducido en el interior de una caja de poliuretano que a su vez se embala en una caja de cartón. La extracción debe ser realizada por un profesional y, después, Stem Cell envia al laboratorio de Bonn una muestra de sangre materna junto con la sangre obtenida del cordón umbilical para garantizar la preservación de ambas.

 

Así, tras superar todos los análisis precisos y, siendo el número de células apropiado, el laboratorio comenzará el lento proceso de criopreservación de las células, que modifica la temperatura desde los 0º hasta los 196º bajo cero. Por último, las muestras son identificadas con un código de barras único y reposan en nitrógeno líquido a la espera de ser reclamadas en tratamientos y terapias para enfermedades como tumores, la enfermedad de Hodgkin, anemia aplásica y trastornos de la sangre como la leucemia.