Siete construcciones de Castilla y Le贸n, entre los cien principales elementos de patrimonio industrial de Espa帽a
Antonio Martín/DICYT Un total de siete edificaciones de Castilla y León relacionadas con la actividad industrial han sido consideradas como los elementos de patrimonio industrial más importantes de España. Se trata de la Real Ingenio y Casa de la Moneda de Segovia, el Canal de Castilla (Burgos, Palencia y Valladolid), la Ferrería de San Blas de Sabero (León), la estación de ferrocarril de Valladolid-Campo Grande, el Real Aserrío Mecánico de los Montes de Valsaín (Segovia), el puente-viaducto de Pino, entre Pino del Oro y Villadepera (Zamora), y la central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP). Esta última será en breve la primera sede del Museo Nacional de la Energía que se podrá visitar.
La delegación española del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Histórico (Ticcih) ha realizado esta selección para una exposición sobre los 100 elementos de patrimonio industrial más importantes de España. Este organismo internacional, que asesora a la Unesco en materia de conservación de patrimonio industrial, ha organizado en la Real Fábrica de Tapices de Madrid la muestra 100 Elementos del Patrimonio Industrial en España, en la que a través de un centenar de edificios, conjuntos o paisajes industriales pretende concienciar a la sociedad de la importancia de su conservación para que las futuras generaciones sean conscientes de las consecuencias que tuvo la industrialización. Estará abierta hasta el 27 de abril.
Según el Ticcih, el patrimonio industrial es el conjunto de elementos de explotación industrial, generado por las actividades económicas de la sociedad capitalista y vinculado a un determinado proceso de producción caracterizado por la mecanización. Está compuesto por los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos comprenden los edificios y la maquinaria, los talleres y las fábricas, las minas y los sitios para procesar y refinar, los almacenes y los depósitos, los lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, los medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación. Con esta actividad, se quiere concienciar al conjunto de la sociedad de la importancia de su conservación de estos recintos.
En en caso de la central térmica MSP de Ponferrada, cuyas instalaciones principales fueron construidas entre 1920 y 1930, se expondrán y explicarán las actividades de extracción y transporte del carbón, la creación de infraestructuras de transporte, así como las tecnologías de producción de electricidad propias de la época, la aparición de una organización empresarial y de servicios, y la conexión de esta industria con el territorio, los ciudadanos y la generación de una identidad propia, indicó la Ciuden. El Museo Nacional de la Energía está cercano a concluir las tareas de restauración y rehabilitación de este edificio industrial en cuyos trabajos se ha respetado el aspecto inicial de la antigua central. Gran parte de la maquinaria original ha sido recuperada y acondicionada para mostrar el proceso de producción eléctrica que en su día se llevó a cabo en este lugar.
Para abordar los trabajos de rehabilitación de la MSP, el Museo Nacional de la Energía ha contado con una red de 30 colaboradores que han facilitado desde testimonios orales hasta material fotográfico, audiovisual u objetos. En conjunto, el Gobierno de España invertirá 109 millones de euros en esta instalación de divulgación, y se intervendrá en un espacio de 500.000 metros cuadrados. El MNE de Ponferrada estará formado por una sede central, que estará ubicada en la antigua central térmica de Compostilla I, la sección del carbón que se situará en la antigua central térmica de MSP y un bosque del carbonífero, jardín botánico interior que recreará el ambiente del periodo en el que se formó el carbón hace 300 millones de años.
El Ticcih es el comité internacional para la conservación del patrimonio industrial, organismo colaborador de Unesco e Icomos que actúa en más de 50 países y que entre sus estudios, investigaciones y actividades académicas sobre el patrimonio industrial participa también con sus expertos en la consideración de aquellos bienes que puedan merecer nominaciones o propuestas para ser patrimonio de la humanidad. En España se forma como sección organizada desde el año 2004.