Tecnología España Salamanca, Salamanca, Viernes, 23 de noviembre de 2007 a las 16:54

Un colaborador del Nobel de Física 2007 explica en Salamanca las aplicaciones de la Nanotecnología

La magnetorresistencia, descubierta por el francés Albert Fert y el alemán Peter Grünberg, ha permitido ampliar la capacidad de los discos duros

JPA/DICYT José María de Teresa Nogueras, científico del Instituto de Ciencias de Materiales de Aragón, ha explicado hoy en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca el desarrollo de la magnetorresistencia gigante, un descubrimiento realizado por el francés Albert Fert y el alemán Peter Grünberg que ha permitido ampliar la capacidad de los discos duros y que les ha valido a ambos el Premio Nobel de Física 2007. El investigador español, que colaboró con Albert Fert durante dos años, ha comentado los detalles de este desarrollo, que se considera una de las primeras aplicaciones prácticas de la Nanotecnología, la ciencia que se ocupa de la manipulación de la materia a escala de átomos y moléculas.


"Los datos guardados los discos duros que manejamos todos los días se encuentran almacenados magnéticamente, es decir, los bits de información son magnéticos porque se conservan en un soporte que también lo es y para leer esa información es necesario hacerlo también con un mecanismo basado en el magnetismo", ha señalado el especialista en declaraciones a DICYT. En este caso, el mecanismo está basado en la Nanotecnología y consiste en la fabricación de películas magnéticas delgadas. "Son películas muy finas, nanométricas, donde se observa un nuevo fenómeno, que es el efecto de magnetorresistencia gigante, que significa que la resistencia eléctrica cambia cuando siente un campo magnético", apunta. "Como la información está almacenada en los bits magnéticos, que a su vez producen un campo magnético, éste es detectado por las películas y de esa manera podemos leer la información con mucha precisión y muy rápidamente. Eso es lo que ha permitido que los discos duros de ordenador cada vez tengan una densidad de almacenamiento de información más grande", asegura.


La magnetorresistencia gigante se desarrolló como teoría a finales de los años 80, en concreto, los dos artículos de investigación que dieron lugar a este último premio Nobel de Física se publicaron en 1988 y 1989, pero el desarrollo más tecnológico, que llevó desde el descubriendo del efecto básico hasta que se comercializaron las primeras cabezas lectoras para los discos duros, tardó en hacerse realidad nueve años, cuando en 1997 la empresa IBM comercializó las primeras cabezas lectoras con esta nueva tecnología.

 

Nueva generación de dispositivos


José María de Teresa Nogueras trabajó en una época posterior con Albert Fert, desde 1998 a 2000, y en otro desarrollo, enmarcado en la siguiente generación de dispositivos, que ya no se basan en este fenómeno de magnetorresistencia gigante, sino en otro denominado magnetorresistencia túnel, que utiliza otro tipo de materiales y que supone dar un paso más allá en cuanto al desarrollo tecnológico que implica.

 

"El primer caso, la magnetorresistencia gigante se basa en el uso de dos materiales magnéticos separados por una capa metálica, mientras que en el segundo desarrollo son dos materiales magnéticos separados por una capa aislante", comenta el experto. En ese sentido, "hay un fenómeno estudiado por la Mecánica Cuántica que consiste en que los electrones se pueden conducir por un efecto túnel a través de un material aislante", afirma. Basados en este efecto, se desarrollaron los nuevos nanodispositivos que ofrecen una resistencia magnética más grande, es decir, que cuando entran en un campo magnético cambian su resistencia mucho más que los dispositivos anteriores. De esta manera, han sido implementados en las nuevas cabezas lecturas de los discos duros porque permiten una lectura de la información almacenada más densamente.