Alimentación Chile , Metropolitana de Santiago, Viernes, 26 de julio de 2013 a las 11:30

Un fungicida natural para el control de plagas en viñas y huertos

Recientemente, la tecnología fue patentada en Estados Unidos y ya está siendo aplicada en viñedos nacionales

U. DE SANTIAGO/DICYT El control biológico del hongo Botrytis cinerea, que cada año ocasiona millonarias pérdidas en frutos de exportación, ha sido uno de los focos de estudio del investigador del Departamento de Biología de la Universidad de Santiago de Chile, Antonio Castillo. Su trabajo le ha permitido descubrir el potencial fungicida de una cepa bacteriana que se encuentra presente naturalmente en el campo, denominada Serratia plymuthica CCGG2742.


Caracterizando propiedades específicas de esta bacteria, el investigador creó un fungicida natural que podría reemplazar el uso de los fungicidas químicos con los que actualmente se ataca el problema, que son potencialmente tóxicos para el ser humano y, además, contaminan el medio ambiente.


El nivel inventivo y las diversas aplicaciones del producto le han permitido al investigador solicitar registro de patente en Chile para el uso de la cepa bacteriana como agente de control biológico en los períodos de pre y post cosecha de frutos, hortalizas y plantas ornamentales.


Recientemente, la tecnología fue patentada en Estados Unidos, uno de los cinco principales países productores y exportadores de uva fresca a nivel mundial. Este logro permitirá que el biofungicida sea comercializado en dicho país a través de importantes compañías productoras y comercializadoras.


“Tenemos grandes esperanzas que la eficacia de nuestro biofungicida, tanto en pre- como en postcosecha, sea mayor que la de otros productos competidores existentes actualmente en el mercado”, señala el Dr. Castillo sobre las perspectivas de aplicación y comercialización de la tecnología.


Aplicación en viñedos nacionales


Actualmente, la tecnología está siendo aplicada a nivel experimental en algunos viñedos nacionales que tienen una alta incidencia de pérdidas por la enfermedad denominada pudrición gris, causada por la Botrytis cinerea.


La Viña Terramar, por ejemplo, ubicada en la Isla de Maipo, estima un promedio de 75 por ciento de pérdidas en la producción de uvas de la variedad Zinfandel, destinada a la elaboración de vinos tintos. También se está aplicando en tres variedades de uva de mesa que se cultivan en el viñedo del fundo El Guindal, perteneciente a Agrícola Brown en la Región de Valparaíso.