Tecnología España , Salamanca, Lunes, 06 de octubre de 2008 a las 17:21

Un inmovilizador de animales facilita la labor de ganaderos y veterinarios

La empresa salmantina Gerionte Technology ha desarrollado el innovador aparato

José Pichel Andrés/DICYT Un innovador instrumento tecnológico desarrollado por la empresa salmantina Gerionte Technology promete revolucionar el trabajo de ganaderos y veterinarios. El gran problema de estos profesionales a la hora de manejar a los animales es poder inmovilizarlos para realizar tareas como la castración, el arreglo de pezuñas, la colocación de herraduras o la administración de vacunas y fármacos, entre otras. Estas operaciones requieren la colaboración de varias personas, la administración de sedantes y otras complicaciones que no sólo dificultan y retrasan el trabajo de veterinarios y ganaderos, sino que hacen sufrir a los animales. Sin embargo, el nuevo aparato rectal, que emite ondas electromagnéticas, consigue confundir el cerebro de los animales de tal manera que se quedan paralizados mientras los profesionales llevan a cabo su tarea.

 

Como suele ocurrir en los desarrollos de I+D+i, la empresa ha creado este instrumento a partir de una necesidad propia, pero después le ha encontrado utilizadades insospechadas a partir de la experiencia que en los últimos meses están aportando los ganaderos y veterinarios que comienzan a probar el inmovilizador. Gerionte Technology se dedica a la identificación animal por radiofrecuencia (RFID, del inglés Radio Frequency Identification), comercializando inyectables subcutaneos, bolos ruminales y crotales, que se basan en la implantación de chips pasivos en los animales. Para ello, necesitaban inmovilizar al ganado e idearon este aparato portátil, que consiste básicamente en una caja electrónica con unas pequeñas baterías conectada a una sonda que se introduce en el recto de cualquier especie de vacuno, ovino, caprino o porcino.

 

Muy poca potencia

 

Las descargas electromagnéticas tienen muy poca potencia, de tal forma que si una persona toca el instrumento apenas percibe un cosquilleo. Sin embargo, el efecto sobre el animal es completamente inmovilizador, el cuadrúpedo se queda de pie y despierto pero sin moverse, una situación ideal para realizar las tareas veterinarias. En cualquier caso, nada más retirar el aparato, el animal vuelve a comportarse de forma totalmente normal, sin manifestar ningún trauma.

 

El dispositivo interactúa con el sistema nervioso
 

El inmovilizador desarrollado por Gerionte Technology se basa en pulsos electromagnéticos de pequeña potencia que simulan los pulsos naturales generados por el sistema nervioso del propio animal, de tal manera que llegan a confundir el mecanismo sensorial del mismo y esto es lo que induce parálisis en el cuadrúpedo.

 

Según explica Andrés Montejo, director técnico de la empresa de identificación animal, la teoría a partir de la cual se ha creado este desarrollo tecnológico está basada en los principios de la Gate Control Theory of Pain, o teoría de control del dolor, publicada en la revista Science en 1965 por Melzack Wallach y Patrick Wall. Estos autores abordan la sensación de dolor y cómo las estimulaciones eléctricas influyen en su transmisión a través de las fibras nerviosas. De hecho, esta teoría ha sido la base de algunas técnicas analgésicas y, en este caso, el animal no sólo se queda paralizado por el inmovilizador, sino que "baja su umbral de dolor", según señala Andrés Montejo. Es decir, que percibe una menor sensación de dolor ante operaciones como la castración o la colocación de marcas con instrumentos metálicos ardiendo.

 

La mejor prueba de ello es que, una vez retirada la sonda los animales se comportan como si no hubiese pasado nada. En el caso de los toros este aspecto es importante porque evita la necesidad de tener apartado al animal después de un proceso de sedación. Si no se aparta durante horas al toro intervenido y el resto del grupo percibe algún tipo de debilidad ataca al recién llegado.