Alimentación España , Ávila, Martes, 01 de septiembre de 2009 a las 13:03

Una aplicación informática introduce nuevas técnicas en planificación ambiental

Un abulense realiza Estudios de Impacto Ambiental de líneas eléctricas y parques eólicos más eficientes

María Espeso/DICYT El ingeniero abulense Óscar Sánchez-Morate ha llevado hasta Zaragoza, hoy una potencia eólica, el desarrollo de un ámbito pionero en las ciencias ambientales, la aplicación de las nuevas tecnologías como herramientas básicas de gestión en la realización de informes y estudios de impacto ambiental de parques eólicos y líneas eléctricas. Ejemplo de ello es el estudio de impacto ambiental de la línea eléctrica de alta tensión de 400 kilovoltios en Mequinenza (Zaragoza), que se ha desarrollado con el apoyo de las nuevas tecnologías con el objetivo de obtener los datos más veraces y precisos, minimizando recursos y tiempo.

 

La primera fase del trabajo, el inventario ambiental, se realizó mediante Teléfonos-PDA con GPS, un soporte que, con el software adecuado, permite contar, siempre y donde se quiera, con cartografía a escala 1:2500 de toda España, cartografía digital (trazado de línea eléctrica) y ortofotos (presentación fotográfica de una zona de la superficie terrestre en la que todos los elementos presentan la misma escala, libre de errores y deformaciones). “Esto permite poder posicionarnos y analizar el lugar de forma rápida y precisa”, explica Sánchez-Morate, que añade que “la documentación obtenida se puede enviar a la central in situ, por correo electrónico y en formato digital”. Gracias a la utilización de esas herramientas “se puede identificar de forma real y concreta la ubicación de la infraestructura a analizar sobre el terreno”, lo que “facilita la orientación y ubicación en el campo, reduciendo el tiempo del desarrollo del trabajo”, subraya el ex alumno de la Universidad Católica de Ávila. Además, la obtención de datos en formato digital reduce la probabilidad de errores y permite poder utilizarlos directamente, sin tratamientos como digitalización u otros.

 

Tras la labor de campo previa llega el trabajo en gabinete, que se lleva a cabo utilizando la tecnología GIS (Sistemas de Información Geográfica), lo que permite realizar “importantes análisis” del territorio. Entre ellos se encuentran los estudios de visibilidad, que comprenden un cálculo de la visibilidad del número de apoyos que son vistos en cada punto del territorio, analizando principalmente el porcentaje de visibilidad desde las carreteras y poblaciones para poder valorar el impacto de forma más objetiva.VegetaciónOtro de los estudios es la digitalización de vegetación en detalle y el análisis de su afección por cada una de las acciones vinculadas a la construcción de la línea, teniendo en cuenta pendientes y rotaciones. A esto se unen el cálculo de ruidos, el estudio de avifauna, con análisis estadístico sobre las zonas de campeo, vuelo y nidificación, simulaciones fotográficas sobre ortofoto y Modelo Digital del Terreno y la generación de una cartografía temática de gran calidad y detalle que facilita la comprensión y valoración del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

 

Óscar Sánchez-Morate también ha realizado dos aplicaciones informáticas que automatizan los métodos de valoración tanto del paisaje como de los impactos. De esta forma, desde el mismo Word se accede a la aplicación que presenta directamente los desplegables con las diferentes variables y opciones a seleccionar, devolviendo directamente el valor final y el tipo de valor o de impacto que corresponda. Esto evita la realización de cálculos individualizados y el tratamiento de un importante número de variables. Todo esto ha permitido “obtener un EIA más rápido y alta precisión”.

 

Sánchez-Morate, dos veces mejor proyecto fin de carrera de la UCAV

El estudio de impacto ambiental de una línea aérea de alta tensión de 400 Kv en Mequinenza se encuentra pendiente de la aprobación por parte del Ministerio. Pero este proyecto real también le ha servido de base a Sánchez-Morate para un trabajo con el que ha ganado el Premio de la Universidad Católica de Ávila al Mejor Proyecto Fin de Carrera, en la titulación de Ciencias Ambientales.

 

El secreto de su éxito se sustentó en el impulso tecnológico que ha desarrollado en los últimos años en la consultora Auditores Medioambientales Natura (Zaragoza), de la que es el director técnico y con la que no se limita sólo a los estudios ambientales: también realiza las labores previas, el diseño de parques y líneas eléctricas, el seguimiento ambiental en obra y la redacción y ejecución de proyectos de restauración. El ingeniero ya había obtenido el Premio de la UCAV al Mejor Proyecto Fin de Carrera de Ingeniería de Montes (2003), con un proyecto de restauración ambiental y paisajística en La Isla.