Una empresa vallisoletana desarrolla un proyecto de teleasistencia de robots industriales

Cristina G. Pedraz/DICYT En las pequeñas y medianas empresas del sector agroalimentario, la introducción de robots con visión artificial para el manejo de los productos supone un alto valor añadido tanto en la reducción de costes como en la productividad. No obstante, estas pymes no cuentan habitualmente con personal de mantenimiento especializado y eso supone una barrera a la hora de decidir si incorporan o no estas máquinas, ante la posibilidad de que se produzcan problemas. Para solventar este asepcto, una empresa ubicada en el polígono industrial El Carrascal de Valladolid, Inimax, está desarrollando un proyecto de teleasistencia a través del cual se pretende llevar a cabo un mantenimiento preventivo remoto de los robots y así evitar paradas.

Según han explicado a DiCYT Raúl Zapico y Daniel Díez, directores técnico y comercial respectivamente, el desarrollo se está incorporando a robots capaces de identificar el producto que entra en la línea a través de visión artificial, clasificarlo y decidir qué se tiene que hacer con él. El objetivo es que la máquina genere información y avisos que puedan ser gestionados desde las instalaciones de Inimax pese a que la empresa del sector agroalimentario que tiene el robot se encuentre al otro lado de España.

“Tratamos de observar la información y avisar al cliente cuando se tengan indicios de problemas en la línea de producción, de manera que se puedan llevar a cabo actuaciones antes de llegar a tener una parada”, afirman los técnicos. De este modo, mientras el cliente está utilizando la instalación implementada, que puede estar compuesta por robot y también por otros sistemas, la empresa vallisoletana puede conectarse con la red interna de comunicaciones y observar todo lo que está haciendo el autómata. “Se trata de información que se va registrando y permite tener un histórico que posibilita anticiparse a una deriva en la instalación, por ejemplo que se produzcan retrasos de tiempo en una tarea, lo que puede acarrear un problema”, apuntan.

Esto supone una gran ventaja si las instalaciones implementadas se encuentran lejos. Como detallan los técnicos, “si tienes una instalación a 800 kilómetros, por mucho interés que tengas en llegar pronto cuando se produce un fallo vas a tardar tiempo en estar allí”, de manera que el mantenimiento preventivo “permite anticiparte a todo eso y que el cliente se sienta más respaldado y seguro”. La empresa vallisoletana ya ofrecía información el cliente sobre las horas de funcionamiento de las máquinas para controlar el mantenimiento preventivo que recomiendan los fabricantes de motores, y ahora el objetivo es realizar esta gestión de manera remota.

El bloque de programa, a finales de 2011

Inimax inició esta línea de I+D a finales del pasado año y los técnicos de la empresa esperan tener el bloque de programa instalable en los últimos meses de 2011. En este sentido, están haciendo hincapié en que el sistema pueda estar a disposición del cliente en un entorno sencillo, un PC de control que muestre la información “de forma fácil y entendible”.

“La manera de pensar del cliente es lo primero con lo que trabajamos, no hacemos ninguna gestión sin conocer exactamente las expectativas del cliente a la hora de acometer una instalación. Para nosotros es clave porque permite ajustar tu solución.

y hemos visto en muchos casos que el cliente ha comprado máquina pero al recibirla ha empezado a haber disfunciones entre lo que necesitaba y lo que esperaba. Nosotros utilizamos herramientas con las que se puede chequear, una vez realizado el proyecto, la satisfacción del cliente. Es otra forma de investigación, aunque no sea técnica, y cambia mucho la manera de hacer las cosas”, subrayan los expertos.