Una investigación analiza las estrategias discursivas en la comunicación de crisis sanitarias
Cristina G. Pedraz/DICYT El investigador del Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura de la Universidad de Valladolid (UVA) Javier Nespereira ha llevado a cabo en los últimos años un trabajo de investigación en torno a las estrategias discursivas en la comunicación de crisis sanitarias, tomando como estudio de caso la pandemia de gripe A de 2009.
El trabajo, que ha centrado su tesis doctoral, defendida en julio del pasado año, ha tenido como objetivo comprobar la utilidad de la retórica y la teoría de la argumentación, tal y como han sido reformuladas y actualizadas en los últimos cincuenta años, para el análisis crítico de la comunicación del riesgo sanitario, así como aportar herramientas para una comunicación más eficaz.
Licenciado en Veterinaria, tras diez años de experiencia laboral en distintos ámbitos Nespereira decidió ampliar su formación en comunicación y lenguaje. Cursó un segundo ciclo de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y después el Programa de Doctorado en el Área de Periodismo de la UVA, para iniciar la investigación en este campo.
Según detalla, en las últimas décadas un número creciente de estudios de diferentes disciplinas han investigado por separado las narrativas del riesgo, especialmente del riesgo epidémico, como el VIH/SIDA, el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) o la gripe aviar; así como la argumentación en los informes científicos sobre enfermedades emergentes en las cuales el conocimiento científico es todavía escaso o nulo, como es el caso de las encefalopatías espongiformes de finales de los 90. La comunidad científica también ha abordado los procesos de construcción de la confianza social, en un momento histórico de crisis de confianza en las instituciones públicas, tanto en las políticas como en las científico-sanitarias.
Por ello, el fin último del trabajo de Nespereira ha sido aunar estas aportaciones con la retórica como marco. Por un lado, la tesis analiza “los aciertos y los errores cometidos en la comunicación del riesgo sanitario y en la comunicación de crisis sanitarias desde la perspectiva de los efectos de esta comunicación sobre sus destinatarios: hábitos de vida más saludables, adopción de medidas preventivas, disposición a llevar a cabo determinadas acciones en casos de emergencia sanitaria, etc.”.
Por otro, se propone colaborar en la mejora de la comunicación del riesgo sanitario. Primero, en el caso de riesgos conocidos y poco controvertidos, “construyendo las narrativas más eficaces para que la argumentación de las instituciones sanitarias sea coherente y persuasiva, y consiga su finalidad por ejemplo en la adopción de hábitos saludables o medidas preventivas”.
En segundo lugar, en el caso de los riesgos en los que prima la incertidumbre, la falta de conocimiento específico, o en los riesgos ambiguos cuya definición y las medidas para contrastarlos resultan problemáticas, añade, “la retórica y la argumentación ofrecen las herramientas idóneas para los procesos de participación deliberativa entre las instituciones, las partes interesadas y la opinión pública”.
“Estos procesos de participación deliberativa y una adecuada comunicación conforman, como sostienen buena parte de los actuales modelos de marco para la valoración y gestión del riesgo, la columna vertebral de la gobernanza del riesgo en la sociedad actual”, subraya.
Discursos de identidad
En los últimos años han aparecido en el panorama público enfermedades infecciosas emergentes (como el ébola) y otros temas controvertidos como los organismos genéticamente modificados (OGMs), caracterizados por la incertidumbre y la ambigüedad. La construcción social de estos riesgos en el debate público, concretamente, en los discursos de todos los agentes que participan en este proceso (científicos, políticos, sociales y culturales, como es el caso de la ficción), centra actualmente el trabajo del investigador
“Me interesa especialmente el concepto de la identificación del público con el discurso que recibe y con quien lo emite. Se trata de una idea clave para entender el concepto clásico de la persuasión retórica, y, en el caso de la comunicación del riesgo sanitario, para comprender cómo se construye la confianza en las instituciones científicas, así como narrativas y argumentos verosímiles”, explica.
En estos momentos, sus estudios profundizan en la comunicación de las enfermedades infecciosas emergentes o re-emergentes, un campo al que, continúa, organizaciones internacionales como la OMS o la OIE están dedicando hoy día “esfuerzos crecientes”.
Particularmente, analiza la crisis del ébola en España, “el conflicto entre el discurso de las autoridades sanitarias y sus protocolos de actuación y la opinión de otros profesionales científicos como la organización colegial de enfermería, o algunas asociaciones independientes de veterinarios”, concluye.