Una tarjeta inteligente desarrollada por alumnos de la Pontificia es capaz de guardar todos los datos de un coche
José Pichel Andrés/DICYT El permiso de circulación, el seguro, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)... Los papeles se acumulan en el coche de cualquier conductor, que en muchas ocasiones ni siquiera sabe dónde los ha guardado o qué tiene que entregar cuando es parado por la Guardia Civil. Poder disponer de toda esta información en el chip de una sola tarjeta tarjeta inteligente simplificaría muchísimo todos los trámites relacionados con un vehículo. Con esta idea, cuatro alumnos de quinto curso de la Escuela Universitaria de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca han puesto en marcha un proyecto para crear dicha tarjeta, que sería "como el carnet de identidad un coche", de manera que almacenase también todo tipo de incidencias, como las repareciones que se le hagan en el taller, una información sensible para quien quiere comprarse un coche de segunda mano.
Después de trabajar a lo largo de este curso en este proyecto, que han denominado IdentCard, dentro del Grupo de Tarjeta Chip de la Universidad, los jóvenes ya han sacado un prototipo. "Lo más parecido que hemos encontrado son los tacógrafos digitales de los camioneros. Antes, llevaban un disco que registraba los kilómetros, velocidad y paradas, pero eran muy fáciles de falsificar, mientras que ahora llevan dos tarjetas, una la Guardia Civil y otra el camión. En el caso de implantar tarjetas para los coches, el sistema sería aún más óptimo", señalan los estudiantes de Informática.
Implantación
El mayor problema para implantar este sistema sería que todos los profesionales que se relacionan con los vehículos deberían poseer un lector de tarjetas para ver e introducir información: desde los talleres a los seguros y los servicios de ITV. Como esto entraña ciertas dificultades, la idea de estos jóvenes pasa por desarrollar el prototipo a pequeña escala, puesto que sería más fácil que ciertos concesionarios o talleres ofreciesen este servicio de manera particular. En cualquier caso, no descartan que en un futuro pudieran presentarle el proyecto a la Dirección General de Tráfico (DGT) a través de la propia Universidad Pontificia de Salamanca y de la empresa Giesecke & Devrient, que les está ofreciendo formación especializada.
Alejandro Andrés, Francisco José Hernán, Ana Rodilla y Luis Féliz Pérez están trabajando en la tarjeta desde el pasado mes de noviembre tras ganar un concurso de ideas y con la financiación de la Fundación Caja Duero dentro de los proyectos tecnológicos que impulsa la entidad financiera en colaboración con la institución académica. Tras crear un modelo de tarjeta con datos reales de sus propios vehículos, ahora tratan de perfeccionar el sistema y trabajan en una aplicación web que sería complementaria, de manera que el propietario del vehículo podría ver a través de internet los datos que se almacenan en el chip de su tarjeta aunque no disponga de lector.
Escasez de empresas y de formación | |
La tarjeta inteligente que intentan desarrollar los alumnos de la Universidad Pontificia de Salamanca incluye la tecnología JavaCard, que permite almacenar información y ejecutar de manera segura pequeñas aplicaciones. Esta tecnología se usa en las nuevas tarjetas que sustituyen la banda magnética por un chip o en las tarjetas SIM de los teléfonos móviles. Sin embargo, a pesar de todo el potencial que tiene por delante, puesto que las tarjetas de banda magnética tienden a desaparecer, apenas existen empresas en Europa que se ocupen de este desarrollo y tampoco profesionales formados. "Es un ámbito muy específico, a nosotros nos han dado una formación muy básica en tres meses para que empecemos a trabajar", señalan los alumnos en referencia a la empresa alemana Giesecke & Devrient, que está instalada en Barcelona y colabora en este proyecto. Ante este panorama, estos jóvenes no descartan montar en el futuro su propio negocio. |