Una investigación revela cómo comenzaron a volar los murciélagos y da paso al desarrollo de drones más sofisticados
Los drones actuales -objetos voladores muy útiles con diversos campos de aplicación- aun no logran emular los sofisticados sistemas biomecánicos que tienen desarrollados los animales -aves, murciélagos- para volar. El origen de las increíbles características aerodinámicas de los organismos vivos de la naturaleza todavía es un misterio que si se develara podría significar un gran avance para la creación de máquinas. “Los drones, como los pequeños aparatos que están en Marte, son muy toscos todavía. Hay mucho interés desde el campo militar, de la ingeniería y de un sinfín de aplicaciones prácticas más, por entender el vuelo de los animales, para fabricar máquinas que se les parezcan y poder explorar las ventajas prácticas y habilidades con las que cuentan los animales para moverse en el aire”, explica Norberto Giannini, científico del CONICET en la Unidad Ejecutora Lillo (UEL, CONICET-Fundación Miguel Lillo), que acaba de publicar un estudio en la prestigiosa revista internacional Communications Biology, del grupo Nature, en el que desveló junto a un equipo internacional cómo fue que comenzaron a volar los murciélagos en la era primitiva, una incógnita que permanecía sin respuesta y que podría abrir la puerta para desarrollos y máquinas mucho más sofisticadas en el campo de la ingeniería aeronáutica. |