El director del Laboratorio de Física de la Atmósfera considera "habitual" la frecuencia de rayos de la última tormenta
MJF/DICYT Los casi 2.000 rayos registrados durante la tormenta seca que sufrió la provincia de León el jueves pasado en un periodo de apenas ocho horas, de los que 1.000 se concentraron en tan sólo dos horas, "es habitual", en palabras del director del Laboratorio de Física de la Atmósfera, José Luis Sánchez, gran conocedor de estos fenómenos y autor de varios estudios relacionados con ellos. Por el contrario, el profesor Sánchez considera un problema más acuciante la sequía, que se ha convertido en un agravante de los numerosos focos de incendios a los que dio lugar la tormenta.
El director del Laboratorio de Física de la Atmósfera no sólo considera normal la alta incidencia de rayos contabilizada por el Centro Meteorológico Zonal del Duero, sino que señala que puede llegar a ser "incluso mucho mayor, sobre todo en zonas de montaña". En este sentido, indica que las mediciones de rayos realizadas en este tipo de casos suelen contabilizar solamente los que se precipitan desde la nube a la tierra, sin tener en cuenta los que se producen de nube a nube, que podrían elevar el cómputo total considerablemente.
José Luis Sánchez señala a DICYT que, lejos de ser excepcionales, las tormentas registradas en la provincia leonesa distan mucho de alcanzar la intensidad de las que se producen en otras zonas de España, como Zaragoza, un lugar que es objeto de estudio de muchos especialistas no solo por la alta incidencia de fenómenos de este tipo que allí se registran, sino por la espectacularidad de los mismos.
De hecho, el director del Laboratorio de Física de la Atmósfera coordina un grupo de investigación de la Universidad de León que realiza en la actualidad dos estudios enmarcados en la provincia zaragozana. Uno de ellos se dirige a la identificación y análisis de las características específicas de las tormentas de granizo en el desierto de los Monegros de Zaragoza, mientras que el segundo abarca el análisis de todo tipo de tormentas severas con fines predictivos y se realiza en un radio de 100 kilómetros alrededor de la capital aragonesa.