Salud España , Valladolid, Viernes, 26 de enero de 2007 a las 18:05

El IBGM estudia las mutaciones de dos genes relacionados con la aparición del cáncer

El proyecto investiga los tumores hereditarios de mama y ovario

Marta Dompablo/DICYT El Laboratorio de Genética del Cáncer del Instituto de Genética y Biología Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid participa en el programa de prevención del cáncer hereditario de mama y ovario de la Junta de Castilla y León, donde estudia la detección de mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 (Breast-Cancer susceptibility gene), cuyas alteraciones se relacionan con una mayor susceptibilidad a desarrollar estos tipos de cáncer. Este proyecto, que se desarrollará entre los años 2007 y 2009 se realizará en colaboración con el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca en pacientes castellanoleoneses y con financiación del Fondo de Investigación Sanitaria.

 

El gen BRCA1 fue identificado por posicionamiento clonal en el año 1994. Este gen codifica una proteína de 1.863 aminoácidos implicada en la regulación génica y en procesos de reparación del ADN. Debido a que sólo un 45% de los cánceres de mama hereditarios mostraron relación con alteraciones en BRCA1, la búsqueda de un segundo gen de susceptibilidad al cáncer de mama continuó hasta que en 1995 el BRCA2 fue caracterizado.

 

En concreto, el estudio del Laboratorio de Genética del Cáncer del IBGM analizará el proceso de splicing,  un mecanismo que tiene lugar en estos dos genes relacionados con el cáncer de los organismos de seres eucariotas (organismos más evolucionados). Normalmente, un gen está compuesto de exones e intrones. Un exón es cada una de las regiones que contiene la información para producir la proteína codificada en el gen y los intrones son la parte intermedia que separa a los exones. El flujo de la información genética comienza en las moléculas del ADN, donde se encuentra la información necesaria para sintetizar las proteínas que necesita el organismo.

Así, el ADN se trascribe en ARN, que en una primera etapa contiene la misma estructura exon-intrón que el ADN, pero que en una segunda etapa cambia, ya que los intrones se eliminan (cortan) en el proceso denominado splicing mientras que los exones se unen los unos a los otros para formar el ARN maduro o mARN, que se encarga de codificar las proteínas. En resumen, el splicing es el mecanismo de eliminación de los intrones de los genes.

En el genoma humano, antes de lograr su secuenciación, se pensaba a priori que debía haber 100.000 genes, pero cuando se completó la secuencia hace cuatro años, se observó que sólo había 25.000 genes, lo que no se ajustaba al número de proteínas, de las que sí había unas 100.000. "Esta abundancia de proteínas es debido al proceso de splicing alternativo, ya que hay tejidos donde los exones se juntan de una determinada forma, pero en otros la distribución cambia, lo que da lugar a proteínas diferentes con funcionalidades distintas", ha indicado el coordinador de este proyecto, Eladio Velasco.

"Para el estudio de la genética de enfermedades hereditarias, el splicing es determinante, ya que si hay una mutación que afecte a uno de los elementos reguladores alterará el proceso de splicing y dará lugar a una proteína anómala", apunta el investigador a DICYT. Así, al analizar los genes BRCA1 y BRCA2 en pacientes incluidos en los criterios de alto riesgo de cáncer hereditario de mama y ovario hay un máximo de 30% de mujeres con mutación patogénica causante de la enfermedad, es decir, hay un 30% de mujeres diagnosticadas.

 

En el 70% de las pacientes restantes, estos genes presentan una infinidad de variantes de ADN, cuyas funciones aún no se han descifrado y de las que aún se desconoce si alteran la función de la proteínas, cuestión que se pretende determinar a través de este estudio.

El personal del Laboratorio de Genética del Cáncer del IBGM, coordinado por Eladio Velasco, está compuesto por los doctores Cristina Miner Pino, Mercedes Durán, los jóvenes investigadores Mar Infante, Lucía Pérez y David José Sanz y la técnico Lara Hernández.

Nuevo protocolo


Entre las líneas de investigación que se desarrollan en este laboratorio destacan el estudio de la distribución de mutaciones de los genes BRCA1 y 2 (cáncer de mama) y MLH1, MSH2 y MSH6 (cáncer colorrectal hereditario no polipósico) en pacientes de Castilla y León, así como el desarrollo de nuevas tecnologías para la detección de mutaciones a través de un análisis heteroduplex mediante electroforesis en array de capilares (HA-CAE), financiado con el Fondo de Investigaciones Sanitarias 2007-2009.

Esta técnica prospectiva para la detección de mutaciones ofrece gran rendimiento en la búsqueda de variaciones en el ADN de genes multiexónicos de gran tamaño como los BRCA1 y 2. Asimismo, esta técnica es de bajo coste y complementaria a la secuenciación necesaria para comprobar el cambio en el ADN.