Salud España , Valladolid, Miércoles, 29 de septiembre de 2010 a las 18:39

Estudian la relevancia que tiene el alcohol en las consultas de urgencias por parte de jóvenes

El Comisionado Regional para la Droga quiere conocer su perfil, aunque advierte que este tipo de problemas se da “en una minoría”

Cristina G. Pedraz/DICYT El Comisionado Regional para la Droga, dependiente de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, elabora un estudio que tiene como objetivo determinar la relevancia del alcohol en las consultas de urgencias a las que acuden jóvenes. El trabajo tiene su origen en otro realizado por el Comisionado centrado en el botellón, a partir del cual se decidió llevar a cabo una vigilancia mayor de las urgencias hospitalarias. “Observamos que, cuando los jóvenes tienen problemas graves con el alcohol, no acuden al 112 ni a los Centros de Salud, sino a los centros hospitalarios”, explica Susana Redondo, responsable del Servicio de Evaluación y Prevención del Consumo de Drogas.

 

El estudio plantea qué perfil tienen estos pacientes, en qué lugares se encuentran o qué pasa con los mayores y menores de 18 años, entre otros aspectos. El propósito no es otro que “dar respuestas a un tema en el que la sociedad está preocupada, como es el consumo de alcohol en menores y los nuevos patrones que las encuestas generales están registrando”.

 

Asimismo, se trata de dignificar la imagen social negativa que tienen los jóvenes. “Los jóvenes son dispares y, mientras unos ingieren mucho alcohol, otros no consumen nada y otros son mayores de 18 años y saben consumirlo con bajo riesgo según lo establecido por la OMS”, apunta. El estudio analiza el perfil “extremo” de aquellos que terminan acudiendo a urgencias, que son “la minoría”.

 

Así, se centran en dos rangos de edad, de 14 a 18 años y de 18 a 30 años. “Queremos comprobar, dentro de los jóvenes, donde está el mayor problema si en menores de 18 años o en mayores”, asegura Susana Redondo. Otro de los aspectos abordados es qué está pasando con el consumo diferencial entre chicos y chicas, ya que “las últimas encuestas apuntan a que el consumo abusivo de alcohol en las chicas está aumentando de forma diferente a años anteriores”. Tradicionalmente el consumo por parte de las mujeres ha estado por debajo del de los hombres pero, actualmente, se está detectando que en los momentos iniciales las chicas están por encima. Se trata, pues, de otro tema a analizar y vigilar, para comprobar si se mantiene o es una cuestión temporal.

 

Como concluye la experta, en números absolutos las urgencias por alcohol sí han aumentado aunque tras aplicar las técnicas estadísticas se observa que las diferencias no son significativas. “Las urgencias se mantienen, aproximadamente, pero cuando acudimos a la encuesta escolar tanto el número de borracheras como el consumo en atracón, que es muy problemático y está relacionado con alteraciones cerebrales importantes, si parece tener una tendencia al ascenso”, añade.


Consumo por parte de inmigrantes

 

Otro de los estudios que ha elaborado recientemente el Comisionado se centra en la evolución del consumo de drogas por inmigrantes. A la luz de los indicadores con los que trabajan a nivel nacional, el organismo trata de profundizar en aspectos relevantes como es la situación de este colectivo en relación con Castilla y León.

 

“Según las últimas encuestas parece que la heroína está empezando a repuntar, aunque es una tendencia que se tiene que contrastar”, detalla la experta, quien asegura que más de un 60 por ciento de las personas que entran en la red asistencial llega a España con la dependencia, por lo que tiene unos patrones similares a los del país de origen. En este sentido, en áreas como Latinoamérica o Europa del Este la heroína inhalada es la droga que se más consume.

 

Sin embargo, “los patrones de consumo son ondulantes y, al igual que la heroína llegó a España más tarde que a Estados Unidos y ahora la cocaína está más presente, por ejemplo, hay que estar alerta y observar qué pasa en los próximos años”.

 

El fin último de la investigación llevada a cabo es plantear si estos pacientes necesitaban una adaptación en el tratamiento. “Debemos vigilar qué ocurre y estar preparados, que los profesionales conozcan cuáles son los patrones de consumo y les sirva para hacer un mejor abordaje terapéutico del paciente”, concluye.