Salud México , México, Martes, 09 de septiembre de 2014 a las 10:33

Evalúan el riesgo de enfermedad pulmonar por contacto con aves

Lo que parece inofensivo, como tener un perico o ser aficionado a las palomas es, en muchos casos, parecido a jugar a la ruleta rusa con los pulmones.

INVDES/AGENCIA ID/DICYT En México se acostumbra cuidar aves de ornato y usar almohadas de plumas, a lo que se suma la exposición cotidiana con palomas. Estas acciones pueden favorecer el desarrollo de neumonitis por hipersensibilidad, enfermedad que puede causar daño irreversible a los pulmones. Por ello, científicos mexicanos diseñaron una herramienta informativa capaz de evaluar la probabilidad de padecerla.


Dicha plataforma, además de ayudar a cuantificar el número de personas en riesgo y ofrecer recomendaciones a los usuarios, permitirá a médicos e investigadores conocer el número de personas que ya tienen el padecimiento, pues en México no se tienen cifras precisas al respecto.


“Al estimar la incidencia, será viable diseñar estrategias preventivas que permitan detectar el padecimiento en etapas tempranas, es decir, antes de que dañe el pulmón”, refiere la doctora Ivette Buendía Roldán, investigadora de la Clínica de Enfermedades Intersticiales del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).


Esta iniciativa pertenece al proyecto Un enemigo inesperado, que forma parte del portal “Ciencia que se respira”, el cual es auspiciado por el INER y pone al alcance de la población un conjunto de herramientas online y aplicaciones que calculan el riesgo de desarrollar diversas enfermedades, amén de aportar recomendaciones médicas a los usuarios.


De acuerdo con la investigadora, la neumonitis por hipersensibilidad es una enfermedad intersticial pulmonar que se caracteriza por una inflamación del intersticio pulmonar (que es una red de colágena) tras inhalar sustancias orgánicas. En muchas ocasiones, la tos seca crónica puede ser el único síntoma del padecimiento, en otras, además se manifiesta falta de aire al principio tras realizar esfuerzos y después puede llegar a ser en estado de reposo; en caso de no detectarse puede progresar hasta causar un daño irreversible al pulmón.


Si bien se debe a la inhalación del polvo de ciertas partículas orgánicas procedentes de diversas fuentes, como cereales, animales, polvo y vapores de tanques de agua, “suele asociarse con las aves debido a que su excremento posee una proteína (que propagan al ambiente con el aleteo), a la cual, se puede ser susceptible genéticamente y desarrollar una reacción inflamatoria exagerada ante esa exposición”, explica la doctora Buendía Roldán.


La exposición prolongada y repetida a los antígenos da inicio a una respuesta inflamatoria crónica, que se manifiesta por el aumento de linfocitos en el intersticio. “En consecuencia, la inflamación da lugar a una fibrosis pulmonar, que sería ya la presencia de cicatrices en el órgano”, subraya la investigadora.


Por lo anterior, es muy importante que la enfermedad se diagnostique lo antes posible para evitar que los pulmones se dañen. De acuerdo con la doctora Buendía Roldán, para ello se requiere hacer una tomografía de alta resolución y una espirometría. “En el INER tenemos una prueba sanguínea capaz de detectar el antígeno aviario”.


El tratamiento requiere, en primer lugar, evitar la exposición con el antígeno y la administración de antiinflamatorios e inmunosupresores. “En pacientes que se encuentran en las fases iniciales de la enfermedad se logra la curación, pero en quienes ya tienen fibrosis es preciso lograr un control para evitar que siga avanzando”, señala.


Así, lo que parece inofensivo, como tener de mascota un perico o a una pareja de canarios, o la afición a las palomas es, en muchos casos, parecido a jugar a la ruleta rusa con los pulmones. La situación se agrava para los profesionales de la crianza de aves de ornato o los colombófilos.