Investigadores de Salamanca estudian los mecanismos de adicción al tabaco para hallar nuevas estrategias terapéuticas
José Pichel Andrés/DICYT Un grupo de investigadores del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), con sede en Salamanca, acaba de iniciar un estudio sobre los mecanismos de la adicción al tabaco. En concreto, el equipo que dirige Eduardo Weruaga analiza la relación entre la nicotina y el óxido nítrico, una sustancia que participa en las comunicaciones cerebrales, es decir, un neurotransmisor. El objetivo principal de la investigación es profundizar en el conocimiento del proceso que provoca el tabaquismo para que en un futuro se puedan diseñar nuevas estrategias terapéuticas contra esta adicción.
En la actualidad, "ya existen terapias contra el tabaquismo centradas únicamente en el manejo de la dopamina, un neurotransmisor que participa en todos los procesos de adicción", ha explicado Eduardo Weruaga, miembro del grupo de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Incyl y profesor del Departamento de Biología Celular y Patología de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, "en la adicción a la nicotina también están implicadas otras sustancias que tienen que ver con la comunicación cerebral, como el óxido nítrico, y para idear nuevas estrategias terapéuticas hay que conocer los mecanismos de la adicción", señala. En ese sentido, el origen del proyecto está en la observación de que los niveles de óxido nítrico varían en los animales a los que se les administra nicotina.
Inyecciones de nicotina
Para realizar los experimentos, los científicos inyectan nicotina a ratones durante determinados periodos de tiempo con varios objetivos. En primer lugar, tratan de observar el comportamiento del óxido nítrico y ver posibles diferencias entre sexos con respecto al grado de adicción. Asimismo, quieren determinar qué variantes de las enzimas que producen el óxido nítrico (denominadas óxido nítrico sintasas) están realmente implicadas en la adicción, ya que esta sustancia participa en muchos otros procesos del organismo, como el control de la tensión arterial. Por último, trabajan con una vacuna contra la nicotina que algunas compañías farmacéuticas del Reino Unido y Suiza ya han probado en humanos.
"La vacuna se basa en administrar anticuerpos contra la nicotina, de manera que, si alguien fuma, la nicotina se ve neutralizada y no llega al cerebro. Nosotros usamos la vacunación como método para saber si otras terapias funcionan. Es decir, si una rata está vacunada contra la nicotina, al administrársela no debería haber cambios en sus niveles de dopamina ni de óxido nítrico, pero hasta ahora nadie ha hecho este experimento. Vamos a ver si los cambios que se producen en el cerebro al suministrar nicotina quedan o no eliminados", apunta.
Pocas terapias
"En el cerebro cerebro tenemos una serie de circuitos relacionados con diferentes funciones, como la visión, el dolor, el tacto o el aprendizaje. Uno de estos circuitos es el de placer y recompensa, donde se centraliza la actividad de las drogas de abuso, como la nicotina, la cocaína o las anfetaminas", afirma. Todas tienen mecanismos parecidos por los cuales se produce la adicción, pero la nicotina es la droga de abuso más empleada, "quizá porque no tiene efectos psicotrópicos como las demás y no interfiere en exceso en las relaciones sociales", opina el investigador, "pero el problema es el mismo, uno se hace adicto a la nicotina y la necesita para mantener la actividad del cerebro", apunta. En cualquier caso, hasta el momento no se han ideado muchas terapias contra el tabaco, "porque no se creía una necesidad y, para los fumadores, las amenazas como el cáncer de pulmón o la hipertensión se perciben como procesos lentos".
Este equipo de investigación salmantino, que ha puesto en marcha este proyecto con el apoyo de la Junta de Castilla y León, mantiene una relación directa con científicos de Turquía inmersos en una línea similar y tiene constancia de que otros grupos de Estados Unidos y Reino Unido trabajan en el mismo ámbito, aunque con ellos no existe una colaboración directa. Además, otro científico de la Universidad de Salamanca, Antonio Muro, profesor del Departamento de Parasitología de la Universidad de Salamanca, está aprovechando esta investigación para desarrollar otro estudio de forma paralela sobre los efectos del tabaco en los pulmones.