Investigadores de Salamanca y del CSIC estudian el origen de la fibrosis renal
José Pichel Andrés/DICYT Ángela Nieto, directora de la Unidad de Neurobiología del Desarrollo en el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto del CSIC y de la Universidad Miguel Hernández, es una de las investigadoras más prestigiosas de España en su campo, galardonada con el Premio Rey Jaime I a la Investigación Básica en 2009. Desde hace 20 años trabaja en el desarrollo embrionario, estudiando la familia de genes Snail, que también tiene múltiples implicaciones en patologías como el cáncer. En la actualidad, una de las líneas de investigación de esta científica, que ha ofrecido hoy un seminario de investigación en Salamanca, es la fibrosis renal en colaboración con científicos de la Universidad de Salamanca.
En concreto, el grupo que lidera el investigador José Miguel López Novoa, catedrático de Fisiología y Farmacología, estudia patologías renales y una de ellas es la fribrosis renal. En este sentido, los expertos de Alicante descubrieron hace años que la activación patológica del gen Snail en adultos es una de las causas de la enfermedad, dolencia que hace necesaria la diálisis e incluso los trasplantes de riñón. Ya en un reciente trabajo de investigación, los dos grupos han relacionado el oncogén H-ras con la fibrosis renal.
"Llevamos 20 años trabajando con la familia de genes Snail, que tuvimos la suerte de encontrar y que nos tiene entretenidos todo este tiempo porque es fundamental para muchos aspectos, como el desarrollo embrionario", de tal manera que "si estos genes están defectuosos o no funcionan el embrión no puede progresar", ha señalado la investigadora en declaraciones a DiCYT tras ofrecer una conferencia especializada en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
Además, esta familia de genes es tan importante para la formación de muchos tejidos que tiene que estar muy bien regulada, de tal forma que, cuando ha cumplido su cometido, tiene que "apagarse". Si esto no ocurre y se reactiva de forma patológica en el adulto, "tiene impacto sobre muchas patologías, como la progresión de un cáncer o procesos de degeneración de órganos, como en el caso de la fibrosis, y también en el sistema óseo", comenta la experta.
Por eso, junto a José Miguel López Novoa, "estamos viendo cómo la reactivación de estos genes del desarrollo tienen impacto en la aparición de la fibrosis renal, en el desarrollo de los procesos que deterioran el funcionamiento del riñón". En general, "estamos detectando la reactivación de programas embrionarios provocada por los genes Snail provoca una pérdida de algunas funciones en ciertos órganos".
Proteger a las neuronas de la muerte celular
En uno de sus más recientes resultados de investigación, Ángela Nieto acaba de publicar en la revista Cell Death and Differentiation otro aspecto derivado de su trabajo con los genes Snail. En concreto, su equipo ha descubierto un mecanismo que protege a las neuronas de la muerte celular. En este proceso interviene Scratch2, un miembro de la superfamilia Snail, que se ha revelado como un factor de transcripción (una proteína que regula la expresión de otros genes) encargado de controlar la activación de la proteína p53, que a su vez es el llamado "guardián del genoma", porque induce a la muerte celular cuando detecta algún daño en el ADN, evitando así problemas como el desarrollo de tumores.
"Una de las funciones de estos genes es conseguir supervivencia en las células o resistencia a la muerte y este papel se mantiene en todos los genes de esta familia y en distintos tejidos. Ahora hemos encontrado que Scracht2 es importante para que las neuronas recién nacidas se mantengan vivas", comenta. "No sabemos si esto tiene relación con enfermedades neurodegenerativas, pero sí sabemos que es uno de los factores que mantiene a las neuronas vivas y, obviamente, la supervivencia neuronal es una cuestión de gran interés en esas enfermedades", señala.
Para estudiar todas estas líneas de investigación que tienen que ver con los genes Snail, "podemos hacer experimentos en distintos sistemas, embriones de ratón, pollo y pez cebra, además de células en cultivo y muestras de pacientes", apunta.
"Hay que saber cómo funciona"
Aunque Ángela Nieto realiza investigación básica, "las funciones de estos genes son muy amplias y, como decía Cajal, donde nace el conocimiento, aparecen de inmediato las aplicaciones", afirma. En este sentido, la investigadora pone un ejemplo que evidencia la importancia de la investigación básica: "para saber arreglar el motor de un coche tenemos que saber cómo funciona cuando está bien y eso es lo que intentamos hacer", afirma.