Health Spain , Salamanca, Tuesday, June 13 of 2006, 17:00

Investigadores del Centro del Cáncer estudiarán una región del cerebro implicada en el control cardiovascular

Gracias a la creación de un ratón modificado geneticamente al que se han inactivado los genes encargados de controlar la producción de proteínas Vav3

AVPR/DICYT El equipo de investigación que coordina el científico del Centro de Investigación del Cáncer Xoxé Bustelo iniciará un estudio, en colaboración con el Instituto de Neurociencias de Castilla y León, destinado a analizar los mecanismos moleculares que se activan en una región del cerebro dedicada al control cardiovascular. Los trabajos se basan en la reciente creación de un modelo de ratón transgénico al que se le ha suprimido la actividad del proto-oncogén Vav3 que, según han demostrado los investigadores, está directamente relacionado con el control de la tensión arterial.

Los protocolos de trabajo que han dado como resultado la creación de este nuevo modelo animal fueron publicados el pasado domingo en la edición digital de Nature Medicine, y han sido realizados íntegramente por el doctor Vincent Sauzeau bajo la dirección del investigador del Centro del Cáncer de Salamanca Xosé Bustelo, quien ha explicado a DICYT, que "la decisión de generar un ratón modificado genéticamente en el que se han alterado los genes encargados de regular la producción de la proteína Vav3 se enmarca dentro de un estudio mucho más amplio que ocupa buena parte de la trayectoria de nuestro laboratorio, y en el que nos hemos dedicado a analizar la actividad normal y anormal de aquellos genes que cuando se mutan inducen cáncer".

Se trata de un estudio conjunto en el que también han intervenido otros científicos como el doctor Enrique de Álava y los investigadores María José Montero y José Miguel López-Novoa, ambos del Departamento de Fisiología de la Universidad de Salamanca. El nuevo ratón transgénico resulta muy adecuado para el estudio de patologías cardiovasculares. "Lo que sabemos ahora es que la ausencia de este gen induce hipertensión de origen nerviosa, por lo que a partir de ahora nos centraremos en estudiar la región concreta del cerebro a la que afecta y que está directamente implicada en el control cardiovascular", explican los investigadores.

Como en el caso de humanos, el desarrollo de estos defectos es progresivo en el tiempo, alcanzando máximos niveles en los ratones adultos. Este grupo de investigación ha descubierto también que los defectos desarrollados por estos ratones pueden ser eliminados eficientemente a través de la administración de drogas usadas comúnmente en el tratamiento de pacientes afectados de hipertensión, como son el propranolol, el captopril o el losartán, lo que indica que estos animales representan un modelo animal experimental excelente para mejorar nuestro conocimiento sobre el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y sus tratamientos.

Un 60% de los mayores de 65 años

La hipertensión, o presión arterial elevada, es un importante problema sanitario, puesto que afecta a más de un 25% de la población del total de la población adulta de los países industrializados. Este porcentaje aumenta con la edad, alcanzando tasas de más del 60% en individuos mayores de 65 años. La hipertensión es un factor de riesgo importante para otras enfermedades cardiovasculares como son la enfermedad vascular periférica, isquemia del corazón, trombosis y algunas enfermedades renales, lo que conlleva unos porcentajes muy elevados de morbilidad y mortalidad. De hecho, esta enfermedad representa actualmente la principal causa de muerte en la población española y europea. A pesar de su importancia porcentual en el sistema de salud, su patogénesis todavía se desconoce pese a estudios intensivos tanto en poblaciones humanas como a través del uso de modelos animales. Por este motivo el descubrimiento de genes y procesos biológicos que estén implicados en esta patología son de alto interés tanto a nivel clínico como farmacológico.