La Diputación de Zamora estudia la recuperación de antiguas variedades de trigo

AR/DICYT La Diputación Provincial de Zamora participa actualmente en un proyecto de investigación que estudiará el comportamiento agronómico de variedades antiguas de trigo en distintos ambientes, se trata de comparar su comportamiento con las variedades actuales que más se cultivan. Según informaron hoy a DICYT fuentes de la institución provincial, la Diputación ha cedido sus campos de ensayo en cultivo ecológico de la finca de La Aldehuela de la capital para conocer el comportamiento de estos cereales en estas condiciones, ya que constituye un sistema de cultivo en alza en Castilla y León.

Este proyecto se inició en el año 2002, con los investigadores del equipo de cereales del Servicio de Investigación Agraria, actualmente Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), y responsables de la marca de garantía Harina Tradicional Zamorana, con el objetivo de recuperar variedades tradicionales originarias de la provincia.

Desde entonces, se ha obtenido una colección constituida por 13 especies de trigo barbilla y otras 13 de candela, variedades con nombres locales, otras ya abandonadas y también las más cultivadas actualmente. "La colección ya ha sido caracterizada morfológica, fisiológica y agronómicamente a lo largo de estas últimas campañas", explican los representantes de la institución. Por otra parte, se han realizado análisis de calidad observándose una gran diversidad en cuanto a sus características “harino-panaderas”.

Además del ensayo en cultivo ecológico que se lleva a cabo en La Aldehuela , y cuya siembra se ha realizado en esta semana, se prevé otro en la localidad de Riofrío de Aliste, enmarcado en el proyecto Perséfone, en el que también participa la Diputación de Zamora, así como otros tres ensayos en cultivo de forma tradicional.

Acuerdo entre ITACyL y universidades

El ensayo está incluido en el marco de colaboración entre el ITACyL y las universidades de Castilla y León para el desarrollo de proyectos de investigación, y en él colaboran también empresas como Harinas los Pisones y la Harinera Castellana. Uno de los aspectos que se analiza es la adecuación de estas variedades de trigo a la industria molinera y panificadora de Castilla y León, así como la posibilidad de utilizar dichas harinas para la elaboración de productos de panadería y bollería típicos de la comunidad, con la posibilidad de obtener marcas de calidad ligadas a estas materias primas. Otros objetivos para el futuro pasan por el estudio de su adecuación como fuente de biomasa para la obtención de bioenergía, para su uso en la alimentación animal y para la recuperación de zonas degradadas, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático a través del secuestro de carbono por los suelos de la Comunidad. De esta iniciativa, si los resultados son positivos, se verían beneficiados tanto el agricultor, como el sector productor de trigo, así como el molturador y el trasformador en Castilla y León, según fuentes de la Diputación.