Salud España , Salamanca, Jueves, 20 de mayo de 2010 a las 16:05

La investigación en cáncer avanza en terapias dirigidas contra alteraciones genéticas concretas

Entre un 30 y un 40 por ciento de los pacientes oncológicos de Salamanca recibe ya estos nuevos tratamientos específicos

José Pichel Andrés/DICYT Científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca han explicado hoy que en los últimos tiempos se están abriendo paso terapias específicas que van dirigidas a alteraciones moleculares concretas. "En la actualidad vivimos un boom de terapias dirigidas para pacientes concretos", ha señalado Juan Jesús Cruz, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Salamanca y miembro del CIC, que ha presentado un simposio nacional sobre esta cuestión que tiene lugar en el centro entre hoy y mañana. En lugar de aplicar la clásica quimioterapia, que es muy agresiva y no discrimina entre tejidos sanos y dañados, este nuevo modelo terapéutico trata de actuar sobre receptores específicos, es decir, encontrar fármacos que serían "como la llave que encaja en la cerradura", en palabras de los expertos. Aproximadamente entre un 30 y un 40 por ciento de los pacientes oncológicos de Salamanca recibe ya estos nuevos tratamientos específicos.

 

"Las alteraciones genéticas sólo están presentes en las células tumorales, por lo tanto, los nuevos fármacos sólo tienen efectos sobre ellas", aclara Juan Jesús Cruz en declaraciones recogidas por DiCYT. En este sentido, ha recordado que el cáncer se produce por alteraciones de los genes. El conocimiento de estas alteraciones comenzó en la década de 1980 y uno de los pioneros en este campo fue Eugenio Santos, director del Centro del Cáncer. A comienzos del siglo XXI se empezaron a encontrar terapias dirigidas específicamente a estas dianas terapéuticas.

 

Por lo tanto, la investigación en cáncer se orienta a la búsqueda de distintos fármacos para distintos tumores y distintos grupos de pacientes. "Seguiremos avanzado paso a paso, quizá un poco más rápido, pero en cualquier caso no vamos a encontrar la panacea que sirve para todos los tumores y todos los pacientes", indica Cruz. Las nuevas terapias dirigidas se están aplicando ya a buena parte de los pacientes oncológicos de Salamanca, entre un 30 y un 40 por ciento de los aproximadamente 1.600 casos nuevos anuales, sobre todo en el caso de cáncer de mama, de colon y riñón, ha explicado el especialista.

 

Por su parte, César Rodríguez, investigador del Hospital Universitario de Salamanca y miembro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), asegura que estas terapias dirigidas "ya son una realidad", puesto que "trabajamos con ellas de forma cotidiana con resultados palpables que vemos en la práctica clínica". Sin embargo, el experto advierte de que estos nuevos tratamientos "no sustituyen por completo los tratamientos convencionales como la quimioterapia o los tratamientos hormonales".
 

El cáncer de mama es el paradigma para el desarrollo de estas nuevas terapias, puesto que se trata del tipo de tumor mejor estudiado y, por lo tanto, en el que los resultados son más positivos. Se trata de contar con moléculas que encajan en receptores que sólo están presentes en las células cancerosas y que inhiben el crecimiento de los tumores. Así, se evitan los efectos secundarios sin privar a los pacientes del tratamiento que realmente les resulta efectivo. El desarrollo de estas nuevas terapias dirigidas "nos ha hecho cambiar nuestra forma de pensar", asegura César Rodríguez, de manera que "tenemos que estudiar los mecanismos concretos".


Sin embargo, señala que el coste de estos tratamientos es tan alto que exigen un uso racional porque los recursos sanitarios son limitados. El tratamiento de un paciente puede suponer cada mes una inversión de 4.000 a 5.000 euros, de manera que es necesario usar las armas terapéuticas cuando realmente se ajustan al caso, explican los científicos.

 

Los costes y el papel de la industria farmacéutica en investigación


¿Por qué este coste es tan elevado? "Por cada 800 ó 900 moléculas investigadas sólo una es útil", asegura Cruz. A pesar de todo, salen adelante estas investigaciones gracias a la industria farmacéutica y tras un proceso que dura entre 10 y 15 años. Una vez que se ha probado su eficacia, las compañías farmacéuticas cuentan con unos 10 años antes de que salga un genérico, de manera que aprovechan al máximo este periodo para sacar rentabilidad de la gran inversión que exige este tipo de investigación. Sacar al mercado un fármaco contra el cáncer supone una media de 800 millones de dólares de inversión. "Gracias a la industria se ha avanzado mucho", apunto Cruz, que pone como ejemplo que en España los grupos de investigación cooperativa como Geicam están financiados por ella. Todo ello permite que la supervivencia en cáncer aumente anualmente entre un 1 y un 2%.

 

César Rodríguez ha puesto como ejemplo la investigación sobre una molécula implicada en cáncer de mama con la que trabaja su grupo de investigación y que incluye un ensayo clínico mundial con 9.000 pacientes. "Todo está financiado por la industria farmacéutica, llevamos 10 años de trabajo y es posible que los resultados no estén listos hasta 2016", es decir, casi 20 años más tarde.


Para tratar todas estas cuestiones, los grupos de investigación españoles más avanzados en este campo se dan cita en el II Simposium Bases biológicas del cáncer y terapias dirigidas. "Lo más importante es que pongamos en conocimiento de los científicos que se dedican a la investigación básica los resultados palpables que obtenemos, porque no siempre quien investiga sobre ciertas moléculas sabe cómo las utilizamos", señalan los organizadores del encuentro. En definitiva, se trata de un intercambio de conocimientos y experiencias entre los investigadores que se dedican a la ciencia básica y quienes trabajan en investigación clínica.