Alimentación España , Castilla y León, Martes, 13 de octubre de 2009 a las 16:13

La población de avutarda en Castilla y León aumenta un 30% en los últimos diez años

Según los estudios realizados por la Administración regional, este incremento se relaciona con la ampliación de la superficie dedicada al cultivo de leguminosas

CGP/DICYT María Jesús Ruíz, consejera de Medio Ambiente, ha presentado hoy en Valladolid junto con el jefe del Servicio de Espacios Naturales de Castilla y León, Javier Ezquerra, los resultados del último censo de avutarda (otis tarda) en la región. El trabajo, que se realiza cada diez años, ha puesto de manifiesto un incremento del 30 por ciento de la población de avutarda desde el último registro, en 1998. Tal y como ha explicado Javier Ezquerra, este aumento está “íntimamente ligado” a la extensión de la superficie dedicada al cultivo de leguminosas, que suponen la base de su alimentación vegetal. Asimismo, el estudio refleja que los animales prefieren como hábitat “grandes áreas de llanura de amplia visibilidad para localizar fácilmente a los depredadores, sin infraestructuras y con baja densidad de población humana”.

 

En total, el censo ha contabilizado 14.025 ejemplares, lo que convierte a Castilla y León en la comunidad que alberga las poblaciones de avutarda más importantes de la península (el 46 por ciento del total). Por este motivo, señala Ezquerra, la dinámica poblacional de estas aves en la comunidad es relevante para determinar “su tendencia nacional e incluso mundial”. En la misma línea, la consejera de Medio Ambiente ha asegurado que las mayores densidades de encuentran en la Reserva Natural de Villafáfila, en Zamora, una zona “referente a nivel internacional” en relación con la avutarda. En concreto, las Lagunas de Villafáfila presentan una densidad de 7’8 individuos por kilómetro cuadrado.

 

El estudio recoge que existen zonas de concentración de la población y núcleos periféricos más o menos aislados. De este modo, son las provincias de Zamora (con 4.850 ejemplares) y Valladolid (con 3.884) las que aglutinan casi dos tercios del total de los efectivos regionales. En cuanto a la relación de sexos, existen 1’38 hembras por cada macho, mientras que la población reproductora se ha incrementado en el periodo 1998-2008 en un 34 por ciento. Esta cifra es especialmente relevante entre los ríos Cea y Valderaduey, apunta el experto, donde el aumento alcanza el 40 por ciento.

 

Respecto a la productividad, el censo refleja que por cada centenar de hembras se han obtenido 10’5 pollos, y que todas las provincias, excepto León y “levemente” Soria, han registrado aumentos. Sin embargo, el éxito reproductor estimado fue superior en la década de los 90, cuando la productividad media estimada fue de 17’7 pollos por cada cien hembras.

 

Cuenca visual un 32% mayor

 

Para realizar los cálculos, la superficie de la región se ha dividido en cuadrículas. Con este sistema, se han obtenido datos sobre las preferencias de la especie en relación con el hábitat. Así, el 95 por ciento de las cuadrículas con avutardas están dedicadas al cultivo de secano, el 47 por ciento distan a las principales infraestructuras y la densidad de población humana es un 25 por ciento menor en cuadrículas con avutardas. Además, la topografía es más llama y presenta una cuenca visual un 32 por ciento mayor que las cuadrículas sin avutardas.


La avutarda es una especie mundialmente amenazada. Su supervivencia depende de la conservación de su hábitat, por lo que cobran relevancia las decisiones políticas que se adopten al respecto. En este censo, se han tenido en cuenta las medidas agroambientales tomadas por la Administración, como las ayudas en el marco de la Política Agraria Comunitaria (PAC) para favorecer los cultivos y los métodos de interés para la especie; así como los programas Life de la Comisión Europea, las áreas protegidas por la Red Natura 2000, la investigación llevada a cabo o la lucha contra posibles amenazas, como suponen los tendidos eléctricos. Según el censo, en torno a las tres cuartas partes de las áreas con avutarda están protegidas por la Red Natura 2000, diseñada por la Consejería de Medio Ambiente.

 

Investigación aplicada a la especie
La avutarda común es un ave característica de las llanuras, los terrenos abiertos y las áreas de cultivo extensivo de cereal. Sin embargo, la colisión de los tendidos eléctricos se ha revelado como una de las causas más importantes de mortalidad de las avutardas. Su gran tamaño, su limitada capacidad de maniobra y su reducida altura en vuelo la convierten en especie vulnerable ante estos accidentes. Un estudio sobre la avutarda y los tendidos eléctricos en Valladolid ha concluido que la población reproductora ha desaparecido de las zonas donde se instalaron tendidos eléctricos, donde había constancia del buen estado de sus poblaciones. A pesar de esto, cada año se localizan en la provincia de Valladolid en torno a tendidos eléctricos 65-80 cadáveres de avutarda, debidos a los movimientos migratorios, lo que hace necesario la adopción de medidas que eviten o minimicen este impacto.