“La realidad aumentada y la tecnología NFC darán mucho que hablar"
JPA/DICYT Además de ser decano de Facultad de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca, Alberto Pedrero es el nuevo coordinador del Club de Innovación de esta institución académica, una exitosa experiencia de transferencia de conocimiento que ha sentado las bases para que otras universidades de la comunidad lancen programas similares, encaminados a que los alumnos desarrollen sus propios proyectos tecnológicos con posibilidades de encontrar un hueco en el mercado.
El Club de Innovación se ha marcado un reto: ampliar sus fronteras y pasar del desarrollo de tecnología chip y móvil a otro tipo de tecnologías con mucho futuro, como realidad aumentada y 3D, inteligencia empresarial y bioinformática. Este nuevo panorama responde a una evolución lógica de la idea inicial, ya que hay profesores que cuentan con líneas de investigación muy variadas en todos estos campos.
Si en anteriores ediciones, el Club de Innovación ha sorprendido al crear una batuta para músicos invidentes o una silla de ruedas que responde a los movimientos de la cabeza, ¿qué pueden aportar las nuevas líneas? El primer ejemplo es el de la realidad aumentada, que “está viviendo una gran eclosión”, ya que ofrece posibilidades como “coger el móvil, ir por la calle y tener información turística de un edificio o saber si se alquila un local”, afirma Pedrero en declaraciones a DiCYT.
En la pantalla se ve la imagen auténtica con información agregada, un concepto diferente y mucho más avanzado que otros sistemas. Por ejemplo, “la realidad virtual surgió hace muchos años, pero la ventaja de la realidad aumentada con respecto a ella es que partiendo de una imagen real tienes mucha información añadida. Una de las pegas de los mundos virtuales es que eran demasiado artificiales”, asegura.
El respaldo de la empresa Iberdrola en este campo ofrece la posibilidad de crear aplicaciones concretas que pueden desarrollar los alumnos, por ejemplo, en el campo de la seguridad laboral. “Si un trabajador de Iberdrola se enfrenta a una planta donde hay un fallo y previamente se ha podido entrenar en realidad aumentada en el conocimiento de esas instalaciones, cuando llegue tendrá una experiencia y una información que le puede ser útil para solventar el problema”, comenta. Del mismo modo, la realidad aumentada puede servir para el tratamiento de fobias al simular entornos reales en un mundo real y enfrentar a las personas ante esas situaciones, por ejemplo, en un ascensor.
El papel de la Bioinformática
El coordinador del Club de Innovación considera que en el resto de las nuevas líneas no hay “productos tan tangibles” y espectaculares como en realidad aumentada y 3D, pero sí pueden ser de mucho más calado científico, sobre todo en el caso de la Bioinformática, es decir, la aplicación de la Informática a la Biología molecular, ciencia que genera “grandes volúmenes de datos para avanzar en el estudio de enfermedades como el cáncer. Para estudiar toda esta información, se aplican “algoritmos de detección de patrones que serían imposible tratar por parte de una persona”. El objetivo es “extraer información relevante” que le sirva a los científicos para realizar avances, en este caso, en colaboración con el Centro de Investigación del Cáncer.
En inteligencia empresarial ocurre algo similar, pero con el objetivo de “ayudar en los procesos de toma de decisiones”. En este caso, habría que crear herramientas que almacenen y ordenen todos los datos importantes, un software para los responsables de empresas.
Sin embargo, la tecnología móvil que tantos buenos resultados ha dado en los primeros años del Club de Innovación no se dejará de lado. De hecho, Pedrero hace especial referencia a la tecnología NFC (Near Field Communication), similar al popular bluetooth, que ha permitido desarrollar proyectos como Pharmafabula, que lee el prospecto de medicamentos para las personas invidentes y que junto a la ya mencionada realidad aumentada “darán mucho que hablar en los próximos años”, afirma.