Alimentación España León, León, Miércoles, 30 de julio de 2008 a las 17:01

La reconstrucción del hábitat forestal, fundamental para la conservación del urogallo cantábrico

SEO/BirdLife inicia un programa de actuaciones encaminadas a recuperar las poblaciones de esta especie en peligro de extinción

IGC/DICYT El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) está considerada como Especie en Peligro de Extinción desde 2005. Los últimos censos estiman una población que ronda los 500 individuos en la Cordillera Cantábrica, pero la baja tasa reproductora y la modificación de su hábitat empujan cada vez más al declive a esta subespecie, la más meridional del urogallo. Diversos estudios apuntan a que la fragmentación de su hábitat, los bosques de hayedos, han influido directamente en la reducción de la población. Así, la organización SEO/BirdLife, en colaboración con Iberdrola y la Fundación Biodiversidad, ha puesto en marcha un proyecto para tratar de mejorar el hábitat de la especie y contribuir de esa manera a su conservación.

 

Una de las acciones que se llevarán a cabo dentro de este programa, denominado El sonido del bosque, es fomentar la superficie y densidad de las arandaneras, la planta productora de arándanos. "Este fruto es muy importante para la especie", comenta a DiCYT Ignacio Fernández, técnico de SEO/BirdLife en Cantabria, "tanto para los ejemplares adultos como para los juveniles". Además del alimento, las arandaneras ofrecen refugio a los pollos de urogallo, y otras especies emblemáticas de la zona como el oso pardo también se benefician de esta planta (cuyo fruto es rico en azúcar). Así, los participantes en el proyecto desbrozarán el brezal, que compite con las arandaneras, para fomentar su crecimiento donde habita el urogallo cantábrico.

 

Según Fernández, las áreas de actuación de El sonido del bosque serán Picos de Europa, también en su vertiente leonesa, y varias zonas del Principado de Asturias. Estas zonas reflejan el aislamiento en varios núcleos que ha sufrido la población del urogallo, que en los últimos años se ha visto reducida a tres espacios: occidental (área de Omaña y alto Sil, León); central (Asturias); y oriental (Picos de Europa). "Los últimos censos coordinados de población han comprobado que la ocupación de los cantaderos era del 30 por ciento, mientras que en los ochenta llegó a alcanzar el 80 por ciento", resume el técnico de SEO. Los "cantaderos" son las zonas donde tradicionalmente los machos emiten su canto para competir por las hembras.

 

Acuerdos locales

 

La observación directa de ejemplares en cantaderos es el método empleado para estimar la población del urogallo, pero este proyecto se encargará también de recoger información sobre la misma a través de indicios (huellas, plumas, excrementos). "Es complejo decir qué factor tiene más peso en el descenso de la población", asegura Fernández, que apunta varias causas. En primer lugar, la cantábrica es la población de urogallo más sensible porque está en el límite sur de la especie (por lo que el cambio climático le afectaría especialmente). Además, presenta "problemas de reproducción", una baja tasa de producción de pollos al año que dificulta la renovación de la población. Y a esto hay que añadir la degradación de su hábitat.

 

"El urogallo cantábrico es el único del mundo que habita en bosques de hayas", explica Fernández. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de Oviedo, la fragmentación de estas masas forestales ha influido directamente en el declive de la especie (algo que también se ha observado en otras poblaciones del mundo). Por eso, además de la intervención directa, El sonido del bosque tiene también una parte de divulgación de estos problemas a las localidades cercanas. "Hay actividades humanas que impactan en las poblaciones de urogallo", reconoce el técnico de SEO, como la ganadería o las minas a cielo abierto. Así, se pretende llegar a acuerdos con asociaciones locales (ganaderos, cazadores) para mejorar la gestión de las zonas donde vive el urogallo.