La Universidad de Salamanca estrena uno de los 50 láseres más potentes del mundo
José Pichel Andrés/DICYT La Universidad de Salamanca acaba de estrenar uno de los 50 láseres más potentes del mundo, que multiplica por 40 la potencia del anterior, que ya era el más destacado de cuantos hay en España. En estos días, los científicos del Departamento de Óptica realizan las primeras pruebas antes de comenzar a trabajar a pleno rendimiento con el nuevo láser, situado en el edificio Trilingüe de la Facultad de Ciencias. Para ellos, esta nueva tecnología permite la generación de nuevos tipos de láseres de rayos X, la posibilidad de tener aceleradores de partículas y el acceso a nuevas reacciones nucleares. Además, la institución académica podrá ofertar el servicio para usuarios internacionales.
El anterior láser ya batió el récord de potencia en España cuando fue instalado en 2003, con 0'5 teravatios, mientras que el que ahora se estrena alcanza los 20 teravatios. Esto se debe a que, además de una mayor energía, el nuevo equipo es capaz de producir pulsos más cortos, de 20 femtosegundos, una unidad de medida que equivale a la milbillonésima parte del segundo. El nuevo equipamiento ocupa tanto que está distribuido en dos salas y es capaz de producir un láser de rayos X tras pasar por un sistema de compresión y de vacío.
El láser recién estrenado tiene "un campo eléctrico tan grande que es capaz de acelerar un electrón (una de las partículas del átomo) a una velocidad relativista, es decir, cercana a la de la luz", ha explicado hoy a DICYT Luis Roso, catedrático de Óptica y responsable del Servicio Láser de la Universidad de Salamanca. Esta posibilidad está abriendo nuevos campos en la Física. "El hecho tener partículas aceleradas por láser será una revolución en los próximos 20 años, no cambiarán los conceptos de la Física, pero sí los procedimientos, porque ahora los aceleradores de partículas son máquinas que necesitan distancias de metros y, sin embargo, con un láser esto se puede hacer en tiempos de femtosegundos y a escala de micras", señala. "Es una revolución tecnológica en la que nosotros intentaremos trabajar", agrega Roso.
Plazos para el Centro del Láser
En cualquier caso, la potencia que proporciona esta nueva tecnología será mínima en comparación con el láser de petavatio que está previsto instalar en el futuro Centro Nacional del Láser del Parque Científico de Villamayor, ya que un láser de petavatio supone 1.000 teravatios frente a los 20 del actual. Aunque está prevista la firma de un acuerdo entre la Junta, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Universidad antes de final de año, Luis Roso considera que "se necesitan unos dos años para la construcción del edificio y otros dos para la instalación del láser de petavatio, ya que requiere especiales medidas de seguridad", asegura. En el momento en el que se lanzó el proyecto sólo había un láser de petavatio en el mundo y, cuando finalmente se construya la previsión es que el nuestro se sitúe entre los diez más potentes.
El proyecto ELI
Al margen de sus propios proyectos, el equipo de Óptica de la Universidad de Salamanca participa también en la iniciativa europea ELI (Extreme Light Infraestructure), que pretende construir en los próximos años el láser más potente del mundo, que alcanzaría entorno a los 1.000 petavatios. La inversión podría suponer más de 300 millones de euros y en este momento se está trabajando en el diseño, con la contribución activa de Luis Roso, que en pocos días viajará a Sofía (Bulgaria) para participar en una reunión de la comisión encargada del proyecto que, entre otras cosas, decidirá la sede del láser, para la que España está descartada.
La combinación de energía y tiempo | |
La potencia es el resultado de la división entre energía y tiempo. El anterior láser disponía de una energía de 60 milijulios divididos entre 120 femtosegundos, lo cual daba una potencia de 0'5 teravatios. En el caso del nuevo, la energía es de 400 milijulios y el tiempo de los pulsos, de 20 femtosegundos, lo que da una potencia de 20 teravatios. En definitiva, el nuevo equipamiento aumenta la energía, pero para los científicos salmantinos la clave está en la disminución del tiempo, es decir, en lograr pulsos más cortos. |