Ciencias Sociales España , León, Jueves, 17 de marzo de 2005 a las 13:43
Entrevista con Marcelino Pérez de la Vega, vicerrector de Investigación de la Universidad de León

"León puede convertirse en la capital regional de la Biotecnología"

María Jesús Fernández/DICYT Marcelino Pérez de la Vega, vicerrector de Investigación de la Universidad de León, cree que la ciudad puede convertirse en la capital regional de uno de los campos más determinantes de las líneas de investigación de futuro: la Biotecnología. La puesta en marcha del Parque Tecnológico, de la licenciatura y del conjunto de investigaciones que se desarrollan en la institución académica en torno a esta especialidad le hacen ser optimista. Del mismo modo, el responsable de Investigación anuncia proyectos de colaboración de la universidad con algunas de las empresas que se instalarán en el parque, al mismo tiempo que apuesta por este tipo de fórmulas de trabajo conjunto para completar el desarrollo de las investigaciones universitarias.

 

¿Qué valoración realiza desde su vicerrectorado tras un año desde la renovación del mandato del equipo rectoral?


Ha sido un periodo de continuidad con la política que veníamos desarrollando. Además de la gestión regular del vicerrectorado de las convocatorias de proyectos y becas que son más o menos periódicas, fundamentalmente hemos realizado la gestión de los Fondos FEDER que todavía están en marcha, y estamos ahora pendientes de la resolución del último tramo, que saldrá en estos días. También hemos desarrollado toda una serie de normativa que al aprobar el nuevo Estatuto estaba pendiente, como la referente a la nueva comisión de investigación y el Estatuto del Becario, que se ha aprobado recientemente,.

En concreto, ¿qué novedades incorpora el Estatuto del Becario para mejorar su labor investigadora?


Fundamentalmente regula la situación de los becarios; deja por escrito cuáles son sus derechos y obligaciones y, al estar claramente establecidos, no queden dudas. Es simplemente una normativa, ya que en el caso de los becarios dependientes del MEC (personal investigador y profesorado) está más claro cuáles son las normas, porque el Boletín Oficial marca unas pautas. Pero sobre todo en el caso de los becarios que se contratan directamente con cargo a proyectos no hay normativa. Este Estatuto marca las reglas del juego. Yo creo que será positivo, aunque luego su funcionamiento depende más de la capacidad y la buena voluntad de las personas que de la normativa en sí.

En relación a la espera de la respuesta de los Fondos Feder, ¿cómo influye la dependencia de fondos institucionales en el desarrollo de la actividad investigadora?


La dependencia es total aunque se consigan fondos de investigación en proyectos con empresas, pero en la investigación básica prácticamente el 100% de la financiación procede de fondos públicos, ya sean estatales, regionales o, como en este caso, europeos. En el caso particular de los fondos FEDER suponen una extraordinaria oportunidad de conseguir unas infraestructuras que sería prácticamente imposible lograr por otra vía. La aportación en cantidad de dinero es tan importante que determinan el hecho de que el equipamiento científico de las universidades españolas y de otros centros públicos de investigación mejore cualitativamente, y se puedan llevar a cabo investigaciones de alto nivel.

¿Hacia donde se encaminan esas líneas de investigación de futuro?


Creo que dentro de la Universidad de León hay unas buenas vías de investigación en el campo, por ejemplo, de la Sanidad Animal y de la Tecnología de los Alimentos, que son líneas muy importantes marcadas por la Unión Europea no sólo por el propio bienestar de los animales, sino por el hecho de que hay enfermedades transmisibles de animales al hombre directa e indirectamente. También es importante conseguir alimentos cada vez mejores en lo que se refiere a la trazabilidad de los productos alimenticios desde el origen al consumidor. Todos estos aspectos son muy importantes, y creo que se van a desarrollar mucho estos años. Así como también cualquier aspecto biotecnológico de transformación del producto en algo consumible. También es muy importante todo lo que se refiere al patrimonio cultural y medioambiental, que abarca muchas disciplinas y es algo que socialmente se está empezando a valorar mucho.


¿La línea de investigación biotecnológica cobra más importancia con el nuevo Parque Tecnológico de León, que lleva esa etiqueta como campo de especialización?


Yo creo que sí. Primero porque esta universidad tiene una clara orientación biotecnológica: hay grupos de investigación trabajando en Biotecnología, no sólo Biotecnología de los alimentos, sino en la aplicación del conocimiento biotecnológicos a la obtención de productos, de materiales, de procesos, etc. Hay líneas de investigación que tienen mucha tradición que se pueden orientar muy bien a una investigación aplicada y desarrollarla a partir de ahí. Por lo que yo creo que sí va a ser uno de los campos definitorios, lo ha sido y lo será. Digamos que en nuestro propio parque científico de institutos y grupos de investigación pueden desarrollar unas nuevas líneas de trabajo para desarrollar nuevos métodos y procesos, que pueden convertirse en el futuro en nuevas líneas de producción industrial, contribuyendo a desarrollar el aspecto biotecnológico del parque.

¿De qué manera se plantea la Universidad de León realizar esa vinculación con el futuro Parque Tecnológico?


Nosotros estamos decididos a ello. La universidad, por invitación del Ente de Parques Tecnológicos de Castilla y León, participa en el órgano consultor del parque y, por supuesto, algunas de las empresas que van a ir al Parque Tecnológico han surgido como una spin off universitaria y, desde luego, estamos dispuestos a colaborar en la generación de nuevas spin offs o nuevas empresas. Hay conversaciones con algunas otras compañías que se van a instalar en el parque para desarrollar colaboraciones concretas que no puedo comentar por el momento.


¿Con la intención de desarrollar proyectos de investigación conjuntos?

 

Sí, con empresas que tienen intención declarada y manifiesta de instalarse en el Parque Tecnológico.


¿Esa sería una de las fórmulas de aplicación práctica de las investigaciones universitarias?


Sí, porque sería aplicar conocimientos del personal de la universidad a proyectos concretos que interesan a determinadas empresas.


Este canal de transmisión, ¿puede dinamizar la actividad investigadora fuera de la universidad como estrategia de futuro?


Por supuesto. La universidad debe seguir realizando investigación e investigación básica, pero hoy en día, en el siglo XXI, no puede quedarse sólo en eso, y tiene que ir a que esa investigación que realiza pueda tener aplicaciones y, por lo tanto, buscar los vehículos de comunicación con la empresa y la industria para que esa investigación repercuta en innovaciones, que es realmente lo que más da valor añadido a los procesos industriales. Desde luego ese es uno de los caminos de toda universidad que quiera permanecer. Además, colaborar con la empresa significa contar con fuentes de financiación adicionales que permiten una dinamización de la investigación.

¿Qué papel puede desempeñar el nuevo centro de investigación del campus a la hora de conseguir esa aplicación de resultados?


Tiene una capacidad, por las instalaciones de las que dispone, que nos permite realizar una investigación que hasta ahora no podíamos y cuando esté a pleno rendimiento se podrán abordar unas investigaciones orientadas a los aspectos biológicos y biotecnológicos.


Con tantos ámbitos de la investigación ligados a la Biotecnología, ¿cree que León se puede llegar a convertir en la capital regional de esta especialidad?


Sería muy bueno, fundamentalmente para el entorno de la ciudad y de la provincia, porque no descubro nada al decir que la Biotecnología es uno de los campos industriales de mayor valor añadido y que genera un empleo de calidad, porque el porcentaje de puestos de alta cualificación es muy alto, por lo que produce un entorno de crecimiento muy importante. En ese aspecto, creo que León puede convertirse en la capital de la Biotecnología dentro de unos años, ojalá. Pero eso no debe impedir el desarrollo de otras áreas de potencialidad. Como vicerrector de Investigación tengo que cuidar que el crecimiento de la investigación sea lo más simétrico posible, aunque nunca se puede conseguir una igualdad, porque también depende de las capacidades individuales de los investigadores. Un desarrollo único de un aspecto en una universidad no es bueno, porque generaría un crecimiento asimétrico. Por lo que León pueda ser un polo biotecnológico no debe impedir el que se siga investigando en otros campos de interés.