Alimentación España , Salamanca, Miércoles, 18 de febrero de 2009 a las 18:48

Los científicos españoles del Proyecto Glackma llegan a la Antártida

La investigadora de la Universidad de Salamanca Carmen Domínguez medirá un año más, junto a Adolfo Eraso, de la Universidad Politécnica de Madrid

JPA/DICYT Los codirectores del proyecto Glackma (GLAciares, CrioKarst y Medio Ambiente), la profesora del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Salamanca Carmen Domínguez y el geólogo y químico de la Universidad Politécnica de Madrid Adolfo Eraso, tienen previsto llegar el próximo viernes, 20 de febrero, a la Antártida para realizar un año más las mediciones sobre la descarga de agua de los glaciares, datos que ofrecen una idea precisa sobre el deshielo polar provocado por el cambio climático. Una vez realizado este mismo trabajo en los glaciares de la Patagonia, los investigadores se trasladan al continente helado en pleno verano austral.

Los científicos tienen previsto que un avión Hércules C-130 les traslade el próximo viernes desde Punta Arenas (en el extremo sur de Chile) hasta la isla antártica de King George Antártida, según ha explicado Carmen Domínguez a DiCYT a través de internet desde la localidad chilena, donde hay cuatro horas menos que en la Península Ibérica. El mal tiempo ha impedido que esta operación se pudiera realizar hoy, miércoles, como estaba previsto. Las mediciones que realicen este año son de especial importancia porque tal y como han podido constatar los investigadores españoles en Patogonia, la temperatura ha registrado un incremento relevante alcanzando los 22 grados centígrados durante los días en los que han desarrollado la desacarga de los datos y la supervisión de las dos estaciones que el grupo de investigación mantienen en estas latitudes. Es de esperar que los nuevos registros confirmen la tendencia creciente al deshielo tanto en el Polo Sur como en el Norte, donde el Proyecto Glackma tiene instaladas estaciones de medición.

 

Esta tendencia, que los científicos españoles vienen constatando desde 2003 se vio frenada durante 2008, pero los investigadores están convencidos de que se trata de un hecho puntual que se debe a circunstancias meteorológicas, ya que el año pasado se produjeron más precipitaciones en forma de nieve de lo habitual. Sin embargo, la tendencia obervada durante el resto de los años es de un crecimiento exponencial.

 

Es decir, que en 2008 se registraron más nevadas, pero este hecho no se debe a un descenso de las temperaturas, sino a un incremento puntual de la humedad, lo que concuerda con las teorías que maneja la comunidad científica internacional acerca del aumento de la temperatura global. En cualquier caso, los datos que obtengan darán las claves para interpretar lo que está sucediendo, aunque todos los hechos apuntan en la misma dirección, como la noticia de dio a conocer ayer mismo un equipo de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que observó desde el buque Hespérides cómo un sector de 14.000 kilómetros cuadrados se desprendía de la plataforma de hielo Wilkins, también en la Antártida.

 

Red de estaciones

 

La actual red del Proyecto Glackma está formada estaciones ubicadas en seis puntos del planeta, tres en cada hemisferio, localizados en la Antártida insular, Antártida peninsular y Patagonia, en el caso del hemisferio sur; y en las Islas Svalbard (Noruega), Islandia y el Ártico sur, en el caso del hemisferio norte. Sin embargo, la idea de los científicos es instalar más estaciones a diferentes latitudes a través de convenios con diferentes países. Para realizar las mediciones, hay un sensor fijo que registra el nivel por presión y que está colocado en el lecho de los ríos que se forman con el deshielo. Domínguez y Eraso han llegado a desarrollar un sistema de instalación que no se mueve por mucha cantidad de agua que pueda arrastrar la descarga del glaciar en verano.

 

Como ejemplo del gran deshielo que se está produciendo en las zonas glaciares, Carmen Domínguez ha comentado a DiCYT que en la zona de Punta Arenas, donde han realizado sus más recientes mediciones, monitorizan dos estaciones de medida, ya que la segunda tuvo que ser montada hace ahora cuatro años debido a que el glaciar en el que se ubicaba la primera había reducido considerablemente el volumen de masa helada que hacía muy complicado el seguir trabajando en él.