Los glaciares ecuatorianos han sufrido un retroceso del 35%
SENACYT/DICYT En los últimos 50 años, se evidencia una reducción de los glaciares del Cotopaxi y el Antisana entre un 35 y 40 por ciento (equivalente alrededor de 70 kilómetros cuadrados), a causa del cambio climático. Un retroceso del 10 por ciento de todos los nevados del Ecuador se registró en la última década y que corresponde a los años más calientes y con menor precipitación, advierte Eric Cadier, del Instituto Francés de Investigación Para el Desarrollo (IRD), que junto al Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) estudian el tema desde 1997.
Agrega que en 1997-1998 cuando se presentó el fenómeno del El Niño hubo un aceleramiento del derretimiento, igualmente en los años 2003 a 2006 el déficit de precipitaciones, que causó sequías en todo el Ecuador, influyó en el retroceso. Luis Maisincho, técnico del Inamhi y que trabaja en el proyecto GREATICE con el IRD, explica que la tendencia del retroceso de los glaciares en Latinoamérica o del mundo, incluido de los polos es el mismo. Sin embargo, los glaciares ecuatorianos y colombianos son más sensibles a los efectos del calentamiento debido al tamaño (pequeños); en tanto, el Perú al tener una cordillera nevada con gran cobertura presenta un menor impacto, aunque también sufre el derretimiento.
Señala que la cobertura glaciar del área andina es la siguiente: Perú 80 %, Bolivia 10%, Ecuador 2%, Colombia y Venezuela comparten el tres por ciento. Subraya que un balance de lo que pasó en el 2008 con los glaciares por efecto del clima, que se caracterizó por ser muy húmedo, no fue suficiente para detener el retroceso, en particular en el Antisana.
En agosto pasado, en el VII Encuentro de Investigadores del Grupo de Trabajo de Hielos y Nieves para América Latina y el Caribe, en la que participan investigadores de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Francia, México, Perú y Venezuela se suscribió la Declaración de Manizales, con las siguientes conclusiones: en Sudamérica numerosos glaciares tropicales andinos de pequeña magnitud desaparecieron; los países en vías de desarrollo son más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático debido a su menor capacidad de adaptación; frente a las consecuencias del cambio climático es necesario concienciar a los actores y en todos los niveles para desarrollar una cultura de prevención, preservación., mitigación y adaptación, considerando que los gobiernos deben establecer estrategias de carácter inmediato.
El ingeniero Carlos Lugo, director Ejecutivo del Inamhi, precisa que el comportamiento de los glaciares por efecto del cambio climático, la inestabilidad del tiempo atmosférico, nuestra posición geográfica, entre otros factores, exigen un monitoreo permanente de los glaciares, en tal virtud el Inamhi junto al IRD continuarán con estudios específicos de glaciología, hidrología, topografía y micrometeorología principalmente sobre los glaciares 15 y los Crespos del Antisana, el Cotopaxi y el Carihuairazo.
Concluye en que los glaciares son importantes en otras cosas porque son fuente de agua. En Quito, por ejemplo, éstos producen entre 1'5 y 5 por ciento del total del líquido vital, que llega a la urbe. Sin embargo, la máxima preocupación es en la afectación de la disponibilidad de caudales debido a la rápida disminución de las masas glaciares.