Alimentación España Burgos, Burgos, Viernes, 02 de septiembre de 2011 a las 17:15

Los moradores de Atapuerca comían carne de tortuga hace más de un millón de años

Un estudio liderado por Ruth Blasco, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, revela que estos homínidos se alimentaban de estos animales en el Pleistoceno inferior

Rubén Arranz/DICYT Los homínidos que habitaban el yacimiento burgalés de Atapuerca hace 1'2 millones de años se alimentaban de carne de tortuga (Testudo hermanni) que extraían del interior del animal ayudados por una herramienta de piedra. Las marcas que accidentalmente dejaban estos humanos en el hueso del quelonio cuando intentaban sacar su parte blanda con un útil de este tipo han permitido concluir a los investigadores que éste formaba parte de su dieta. Así lo recoge un artículo publicado por Ruth Blasco, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), en la revista científica Journal of Human Evolution.

 

El trabajo se ha realizado a partir de 75 restos de tortuga hallados en la denominada Sima del Elefante, situada en el yacimiento de Atapuerca. Ocho de ellos presentaban unas marcas que han llevado a los expertos a concluir que habían sido causadas por los habitantes de hace más de un millón de años, en el Pleistoceno inferior, en su afán de alimentarse con la parte blanda del animal, es decir, la carne y las vísceras, ha detallado a DICYT Blasco.

 

El que sólo se hayan detectado estos indicios en ocho del total de los restos disponibles se debe a que normalmente los humanos que obtenían la carne de la tortuga no dañaban la estructura ósea del animal pero, sin embargo, en ocasiones raspaban esta parte del cuerpo con la herramienta de piedra con la que desprendían la carne, ha expuesto.

 

Dos niveles

 

Estos hallazgos se han encontrado en sucesivas campañas de excavación en dos niveles del yacimiento, lo que significa que los antiguos pobladores se han alimentado de este animal en dos periodos diferentes. "Cada nivel de estos corresponde a periodos distintos de formación del yacimiento. Esto quiere decir que durante al menos dos episodios la dieta de los pobladores incluía tortuga", un animal que se ha utilizado como "un recurso más para obtener nutrientes", ha afirmado.

 

Aunque se sabe "muy poco" acerca de qué comían los homínidos de este periodo y aunque habitualmente las investigaciones han estado orientadas a los grandes animales (caballos, bóvidos o cérvidos) de los que se sabe que se alimentaban, también existe la certeza de que formaban parte de su dieta otros de menor tamaño como roedores, pájaros, conejos o, según este último artículo, tortugas.

 

"Hasta hace poco, sobre todo, se ha mencionado que la dieta (de estos seres humanos) estaba basada en animales grandes, y en algunos yacimientos es verdad que sólo aparecen estos animales con evidencias de procesamiento. Pero en otros yacimientos tampoco se había mirado bien estos pequeños animales y estoy segura de que en el momento en que se empiecen a revisar datos se concluirá que también los comían", ha manifestado.

 

Restos de tortuga de características similares a los que se analizan en el artículo se han encontrado en otro punto de Atapuerca, como es la Gran Dolina; además de en otros yacimientos del mismo periodo de Europa, como el de Vallparadís (Barcelona), Barranco León y Fuente Nueva 3 (Granada),  Grotte du Vallonet (Francia), Lézignan-le-Cèbe (Francia) y Pirro Nord (Italia), señala el artículo.

 

Proceso de investigación

 

Una vez encontrados los restos de estos animales, los investigadores los trasladaron a un laboratorio donde, tras su lavado, los analizaron ayudándose de una lupa binocular de aumentos o un microscopio eléctrico. En este proceso de laboratorio, llevado a cabo el pasado año sobre los 75 restos encontrados, realizaron este descubrimiento sobre la dieta de los habitantes de Atapuerca.

 

El artículo está disponible en la web de Journal of Human Evolution desde finales del pasado julio y hace unos días se publicó en su edición impresa.