Salud España , Burgos, Viernes, 22 de octubre de 2010 a las 17:46

Los neumólogos investigan la predisposición genética como una de las causas de la apnea del sueño

La Asociación Española del Sueño inicia el lunes en Burgos su campaña 'Descansa de noche, vive de día'

Elena Rodríguez Montes/DICYT El 25% de los castellano leoneses nunca ha oído hablar de la apnea del sueño y el 82% tampoco sabe que se trata de un trastorno que afecta a la salud. Sin embargo, esta enfermedad la padecen 1'5 millones de españoles y más del 80% de los casos está por diagnosticar. Son datos que se desprenden de un estudio realizado por la Asociación Española de Trastornos del Sueño (Asenarco), junto con la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y el apoyo de Philips Respironics. Por este motivo, las tres entidades han puesto en marcha la campaña Descansa de noche, vive de día que arranca el lunes 25 de octubre en Burgos con una conferencia a cargo del Joaquín Terán, director de la Unidad del Sueño del Complejo Asistencial de Burgos y coordinador del área de sueño de la Sociedad Española de Neumología. La charla, de carácter divulgativo, tendrá lugar a las 17.30 horas en el Centro Cívico Río Vena.
 

La apnea del sueño se produce por una obstrucción mantenida durante la noche, pero intermitente en su sucesión, de la vía respiratoria alta. Este cierre guarda relación con factores anatómicos (se relaciona con la obesidad), con hábitos como el tabaco o el alcohol o con la toma de medicamentos inductores del sueño. Sin embargo, como explicó a DiCYT Terán, en la actualidad se investigan otras causas como alteraciones neurológicas en el control de la respiración durante la noche o la predisposición genética. Como ocurre con muchas enfermedades, ciertas alteraciones en pequeños cromosomas de nuestro DNI genético nos predisponen a presentar trastornos respiratorios de este tipo que impiden una buena oxigenación y por tanto un buen descanso. “Hay una huella genética que influye en la organización de nuestro sueño, pero también una huella genética que se repite en familias enteras”, subrayó Joaquín Terán. “Estamos en los albores del conocimiento de los mecanismos más íntimos, más biológicos, más moleculares que nos predisponen a padecer apnea del sueño”, añadió.

 

El diagnóstico


No existe un perfil definido de paciente con apnea del sueño. Siempre se ha asociado a la obesidad, pero según Terán, “tenemos la obligación de desmitificar la existencia de este trastorno de la respiración únicamente unido a la obesidad y al sexo varón”. A pesar de que a las unidades de sueño llegan muchos más hombres que mujeres, también es cierto que la manifestación clínica de la enfermedad es claramente diferente en el sexo femenino, algo que influye en que esté infradiagnosticado. Por otra parte, como indica el director de la Unidad de Burgos, el 40% de los pacientes son personas no obesas o con ligero sobrepeso. El infradiagnóstico ocurre también en la población anciana y en los niños, en los que se atisba un progresivo aumento de casos de apnea.

 

Los síntomas para identificar la apnea del sueño se dividen en dos grupos. En primer lugar, los que aparecen durante la noche y que refiere mejor el acompañante de cama: fuertes ronquidos y pausas respiratorias repetidas mientras se duerme. De ellos derivan las alteraciones diurnas tales como la somnolencia, el cansancio o la fatiga. De hecho, los últimos datos revelan que la somnolencia, principal consecuencia de la apnea del sueño, puede estar implicada en el 36% del total de los accidentes de tráfico fatales, recordó Joaquín Terán; lo que afecta también a la siniestralidad laboral. Por tanto, sin tratamiento, la apnea provoca una pérdida sustancial en nuestra calidad de vida, “todos comprendemos que dormir mal conlleva un deterioro diurno tan persistente que acaba afectando a nuestra actividad cotidiana”, apunta Terán, y reduce nuestro rendimiento intelectual y laboral.

 

Pero además, la apnea del sueño tiene consecuencias importantes desde el punto de vista cardiovascular. Recientemente, el grupo español de sueño ha publicado en la revista British Medical Journal, una publicación de gran impacto internacional, la asociación “absolutamente demostrada”, subraya el Dr. Terán, entre este trastorno de origen respiratorio y la hipertensión arterial, así como la corrección con su tratamiento. “Avances como estos están situando a los trastornos de la respiración durante el sueño en la primera línea de la investigación de los procesos cardiovasculares”, aseguró. Asimismo, se relaciona también con la insuficiencia cardíaca o el infarto de miocardio.

 

La Unidad del Sueño de Burgos


Los 5.000 pacientes a los que actualmente presta asistencia la Unidad del Sueño de Burgos la avalan como referente en el tratamiento de este tipo de trastornos. Se trata de una unidad multidisciplinar acreditada recientemente a nivel nacional e internacional en el tratamiento transversal de los trastornos del sueño. Ese tratamiento representa una estrategia que comienza modificando hábitos erróneos (de sueño, de alimentación, tabaco…) y estableciendo prácticas como el ejercicio físico. Pero el tratamiento de la apnea del sueño reposa fundamentalmente en el empleo de respiradores nocturnos, de sistemas denominados de presión positiva, que administran aire a través de una mascarilla nasal y que impiden que se cierre la vía respiratoria.

 

Otros datos de interés
 
En el estudio realizado por ASENARCO entre junio y julio de este año participaron 2.543 personas residentes en España de entre 18 y 70 años. El 13% de los encuestados reconoció dormir mal o muy mal, problema que asocian sobre todo al estrés y en último término (tan sólo un 0,1%) a la apnea del sueño. Sin embargo, según la SEPAR, la apnea del sueño es una enfermedad muy frecuente que afecta al 4% de hombres y al 2% de mujeres; en total, alrededor de 1,5 millones de españoles. El estudio también pone de manifiesto que el 13% de la población española declara padecer algún síntoma que podría estar relacionado con la apnea, pero sólo una minoría (el 24%) ha acudido al médico.